Bello y majestuoso, el nogal forma parte del paisaje rural del Valle de Aosta.
Hoy en día estos árboles son valiosos por su madera, materia prima para muebles y para las creaciones de la artesanía local, pero antiguamente se cultivaban sobre todo para la recolección de nueces con el fin de producir aceite.

Las nueces contienen un ácido graso insaturado del grupo omega-3, ácido alfa linolénico y una buena cantidad de antioxidantes. Son una auténtica delicia para acompañar quesos, miel y para preparar postres y ensaladas.
Las nueces tienen un alto contenido calórico y, precisamente por las grasas que contienen, es posible obtener mediante prensado un aceite cuya preparación es compleja y además la cantidad de nueces necesarias para producir un litro es considerable.

El aceite de nuez es un producto agroalimentario tradicional (PAT). Se obtiene mediante prensado en frío, técnica que permite mantener las características gustativas y olfativas típicas de la materia prima.
Érase una vez, sin embargo, la pasta obtenida moliendo los granos se calentaba y mezclaba antes de colocarla en la prensa. El residuo sólido del prensado se llama troillet, un bloque de color avellana que se utiliza para la alimentación animal pero que es delicioso para comer, especialmente si se le añade un poco de azúcar.

El aceite de nueces es adecuado para aliñar ensaladas y realza los aromas y sabores de los platos que acompaña: carne cruda, pescado, verduras asadas, quesos delicados.