La región del Valle de Aosta es rica en tradiciones, celosamente conservadas, y cada uno de sus valles tiene otras diferentes y particulares.
La cultura local se caracteriza por una fuerte identidad que se refleja en el paisaje y la arquitectura rural.
También es muy importante la tradición oral, con historias y leyendas transmitidas a lo largo de los siglos y diversas lenguas locales habladas por la población.
Las animadas fiestas tradicionales y las espléndidas producciones artesanales del Valle de Aosta son otros signos tangibles de la riqueza etnológica del Valle de Aosta.