El restaurante se encuentra directamente en las pistas de esquí, rodeado por la naturaleza. Ofrece un panorama espectacular sobre la cadena del Monte Blanco, acompañado por platos de la tradición valdostana y por dulces especiales.
En invierno se puede llegar con los esquís, en verano en coche.
“Gnocchi” a la fondue
Polenta a la valdostana
Polenta con estofados
Dulces de Mario el pastelero