Las fiestas de pueblo mantienen vivas las raíces y las tradiciones de las comunidades locales
La fiesta del Santo patrono —así como la procesión al santuario en la alta montaña, la celebración de la vendimia o de la siega— eran unas de las pocas ocasiones de fiesta en una vida dedicada exclusivamente al trabajo.
En el Valle d'Aosta, cada parroquia y muchas capillas festejan su santo en la fecha que le corresponde.
La fiesta de San Grato, patrono de Aosta y de toda la diócesis del Valle d'Aosta, se celebra en Aosta el 7 de septiembre. El momento más solemne de la fiesta es la procesión por las calles del centro con las reliquias del Santo, custodiadas en una preciosa caja reliquiaria que remonta a la Edad Media.
Tiene un carácter más espontáneo el festejo de ciertas fechas especiales con fuegos nocturnos. La fiesta más notable es la del 29 de junio, día de los Santos Pedro y Pablo, cuando los más voluntariosos escalan hasta las principales cumbres del Valle d'Aosta para pasar allí la noche, tras encender el fuego ritual.
Tiene cierta importancia también el 24 de junio, fiesta de San Juan, especialmente en Cogne y en Gressoney-Saint-Jean, donde los fuegos se acompañan con brindis y spisie, los tentempiés típicos de la zona.