Vacas y «reinas» de Valle d'Aosta, reses verdaderamente excepcionales
Las razas bovinas de Valle d'Aosta son muy ágiles en terreno montañoso, adaptadas a condiciones climáticas difíciles y resistentes a las enfermedades.
Tienen doble vocación productiva: carne y leche. Únicamente con la leche de estas razas, alimentadas solo con forraje y hierba locales, se produce la Fontina, conocido queso con denominación de origen.
La raza de Valle d'Aosta Berrenda roja fue introducida en la región por los burgundios hacia finales del siglo V. Presenta una producción de leche muy considerable, si bien ajustada al tamaño de las reses y a las difíciles condiciones ambientales de la cría.
Las demás razas de Valle d'Aosta, la Berrenda negra y la Castaña, tienen un temperamento vivo y belicoso. En primavera, se enfrentan en combates para establecer la jerarquía dentro de la manada.
Esa actitud natural de las reses, junto con la pasión de los ganaderos, ha dado origen a las «Batailles de Reines» (batallas de reinas), acontecimientos incruentos difundidos por toda la región. De primavera a otoño se organizan las eliminatorias, por categorías de peso, a las que asisten, además de los propietarios de los animales, numerosos aficionados y turistas, que aprovechan una jornada al aire libre para disfrutar de un espectáculo poco común. Las «reinas» vencedoras de las eliminatorias se enfrentan en octubre en la final, que se desarrolla, con gran participación del público, en la arena «Croix Noire» de Aosta.
El final de la temporada estival está marcado en el Valle de Aosta por otra manifestación tradicional muy sentida por la población local: la désarpa. Después de un largo verano pasado en los pastos de alta montaña, al pie de los picos más altos de Europa, las vacas regresan a sus establos en el fondo del valle y la fiesta se celebra en varios lugares.