En otoño y primavera se pueden asistir a las competiciones de deportes tradicionales del Valle de Aosta, auténticos campeonatos de juegos populares locales: Tsan, Fiolet, Rebatta y Palet.
A estos se suma también la morra o moura: el objetivo del juego es intentar adivinar qué puntuación dará la suma de las dos manos de los jugadores. Simultáneamente los dos jugadores extienden el brazo mostrando el puño o extendiendo un número de dedos a su elección del 1 al 5 con expresiones dialectales animadas.