Un vuelo en globo es una experiencia única.
Estas pocas palabras resumen todo lo que se puede experimentar al escalar lentamente con la fuerza de un enorme globo lleno exclusivamente de aire caliente. De hecho, es solo el aire caliente lo que permite a los pasajeros del globo subir hasta más de 3000 metros y disfrutar de una vista sin fronteras. El espectáculo es aún más impresionante si el vuelo se realiza en la montaña.

Partiendo de la ciudad de Aosta y subiendo lentamente entre los tejados te deja sin palabras, viéndolo todo desde una perspectiva completamente diferente, rincones desconocidos, tejados y chimeneas. El tráfico se convierte en un enjambre silencioso a medida que se abre el horizonte, un horizonte formado por las montañas más altas de los Alpes. El grupo Monte Rosa que continúa con la espléndida e inconfundible pirámide Matterhorn, para luego llegar al Grand Combin y finalmente a la cadena del Mont Blanc. Pero la mirada puede seguir barriendo hasta el Gran Paradiso: los 4000 metros de una sola mirada.

En el globo no hay motores, reina el silencio y es solo el viento el que nos mueve, el que nos hace viajar muchos kilómetros hacia el Valle del Po, Suiza, Francia. Por lo tanto, para volar con seguridad debe confiar en un excelente equipo.

En Aosta se puede volar todo el año, para vuelos espectaculares sobre los Alpes el período recomendado es de noviembre a febrero. La ropa es de invierno, botas cómodas, gorro, guantes, cortavientos, pantalón acolchado.

Entre las propuestas disponibles:

  • el vuelo desde Aosta con un guía turístico, para descubrir lugares, monumentos históricos y vistas insólitas de la capital desde las alturas.
  • el vuelo a gran altura en presencia de la espectacular cadena del Mont Blanc, con un brindis a 2.000 metros y una sesión fotográfica bajo petición.

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