Saint-Pierre
Entre amplios cultivos de manzanos, en una suave pendiente, a 731 metros de altitud, felizmente expuesto al sol, el pueblo se encuentra en un marco de cuento gracias al castillo de Saint-Pierre, que, desde lo alto de su roca, domina el paisaje.
Por la noche también es posible contemplar la sugerente construcción gracias a un eficaz sistema de iluminación.
En el municipio hay también un segundo castillo: el de Sarriod-de-la-Tour, que conserva en la maravillosa “sala de las cabezas” un precioso sofito de madera de finales del siglo XV, decorado con figuras antropomorfas, monstruos, insectos y animales.
Fue sobre la colina de Saint-Pierre donde, hace unos 5.000 años, se asentaron los primeros habitantes del Valle de Aosta, probablemente aprovechando el clima suave y la intensa radiación solar.
Además de la producción de manzanas, en esta localidad se cultiva la vid, de la que se obtiene el famoso vino tinto “Torrette”.
En Saint-Pierre se encuentra Cofruits, un moderno y equipado centro de recogida y conservación de manzanas al que los cultivadores de la zona entregan su cosecha; Cofruits ofrece además a los agricultores un servicio de asistencia sobre las técnicas de cultivo y mejora de las diversas variedades de manzanas.
Saint-Pierre está ubicado relativamente cerca del desvío de la autopista de Aosta-Ovest y desde este pueblo se puede llegar fácilmente tanto a la capital de la región como a los valles del Parque Nacional del Gran Paradiso.
Desde la localidad de Vetan (1700 metros) se puede disfrutar de la fascinación del parapente o de las intensas emociones del cat riding (subida con gato o con raquetas de nieve y bajada con esquíes), del kiteski (bajada en parapente con snowboard) y del esquí alpino.