Valgrisenche
Alargada hacia la región francesa de Tarentaise, Valgrisenche (1664 metros) presenta al visitante su cadena montañosa cubierta de nieve.
Se puede acceder a los lados de este valle a través de breves paseos, como los de las cascadas de Surier y Miollet, o de largas excursiones, como el Tour alrededor del Ruitor, y ascensiones de todos los niveles de dificultad. No faltan grandes posibilidades de escalada libre sobre las paredes, a poca distancia de la población.
Valgrisenche, la ciudad principal del valle, es un tranquilo pueblecito alpino. Su particular microclima hace que la nieve caiga siempre de forma abundante y en polvo.
La estación de esquí está especialmente adaptada para principiantes y familias con niños, y las pistas de esquí de fondo también presentan tramos y desniveles adecuados para todos los niveles de aptitud y de entrenamiento. Bonne es, por el contrario, la zona adaptada para el heliesquí, que invita al visitante a descubrir más de 50 magníficos itinerarios de esquí alpino.
En Valgrisenche siguen siendo muy numerosos los vestigios del pasado. Resulta admirable el campanario de piedra construido en 1392, la iglesia parroquial de San Grato, que se reconstruyó por completo en 1872 con su museo de arte sacro, las capillas de Sant’Anna (1639) en Céré, de San Dionigi (1688) en Bonne y la de Fornet, que sale a la superficie cuando la cuenca artificial del dique se vacía parcialmente por motivos de seguridad.
Puede verse libremente la parte exterior del dique de Beauregard, construido en 1954, si bien la visita guiada a la parte interior sólo puede realizarse con reserva previa.
También se puede subir a las zonas de pasto para asistir al tratamiento de la leche, comprar el auténtico Fontina en la cooperativa local de La Béthaz, y visitar la cooperativa artesanal donde las mujeres se dedican aún en la actualidad a la labor típica de este valle: el tejido del drap, una tela de lana de cabra.
Todos los años, el 5 de agosto, la cuenca del Lago San Grato se convierte en la meta de la procesión multisecular de la Madonna delle Nevi (Virgen de las Nieves). Y, para permanecer completamente inmersos en el folclore de esta región, no pueden perderse las Batailles de Reines (vacas) y de Tsévres (cabras).