Pont-Saint-Martin
A 345 metros de altitud, en la frontera con el Piamonte, es la puerta de entrada del Valle de Aosta; el pueblo tiene su monumento más célebre en el espectacular puente de época romana: se trata de una destacable construcción que da testimonio de la antigua carretera consular de las Galias que pasaba por aquí. 23 metros de altura, 5 de anchura, en un solo tramo de piedra, hasta 1831 era el único pasaje para los viajeros que se dirigían al valle.
Según la leyenda, el puente fue obra del demonio, hábilmente burlado por San Martín.
Pont-Saint-Martin, antiguamente propiedad de los señores de Saint-Martin, de la dinastía de los Bard, de los que deriva su nombre, pasó después a la casa de Saboya.
El sugerente paisaje está dominado por los restos del antiguo castillo feudal edificado por los señores de Bard y que data del siglo XIII, situado en un altozano en la entrada del Valle de Gressoney.
El Carnaval histórico de Pont-Saint-Martin, el más antiguo de la región al haber llegado a su 97ª edición, presenta diversos personajes de la historia del pueblo: es clásica la representación de la carrera de las cabrias, o el desfile con los personajes históricos en trajes de la época, que recorren a caballo las calles del centro histórico; la fiesta acaba el martes por la tarde, con la hoguera del diablo bajo el puente.
Pont-Saint-Martin ofrece la posibilidad de pasar agradables momentos al aire libre, inmersos en la naturalea, entre castaños centenarios y abedules en el Bousc Daré, o junto a las orillas del arroyo Lys en los jardines públicos.
También merecen mención las excursiones que llevan a Suzey (Ivery), donde se encuentran las ruinas de un antiguo castillo y la Reserva Natural del estanque de Oley, y al Monte Parassone (1799 m), desde el que se disfruta de una espléndida vista en todo el valle central.