Montjovet
Aunque existían trazas de asentamientos humanos desde la prehistoria, la toponimia de Montjovet se debe a los romanos, al Mons Jovis (monte de Júpiter), a cuya divinidad habían dedicado un templo en la zona.
Montjovet alcanzó su esplendor en la Edad Media, cuando los impuestos aumentaban la fortuna de los señores locales, cuyo poder estaba encarnado en los castillos de Chenal y St. Germain. Los señores de Montjovet y Challant, gracias a estos castillos, podían controlar el tránsito por la carretera situada entre ambos castillos. Los historiadores y arqueólogos que han realizado estudios en la zona han confirmado que el castillo de Chenal tenía una función auxiliar con respecto al de Saint-Germain y era fundamentalmente un cuartel y alojamiento para las tropas.
El señorío de Montjovet se extendía a los actuales municipios de Saint-Vincent, Emarèse, Champdepraz, Montjovet y Saint-Germain, que eran etapas de parada obligada para los transeúntes y, debido a ello, contaban con muchos hospicios.
La actual Mongiovetta no se realizó hasta 1771, cuando el rey Carlo Emanuele III mejoró el recorrido existente para facilitar el comercio y la explotación de las aguas termales, tal como recuerda la incisión sobre las lápidas que se encuentra en las primeras curvas.
A otros aspectos de la historia de Montjovet aluden las iglesias de las dos parroquias y numerosas casas medievales con hermosos portales y ventanas de piedra que se encuentran en el sugerente barrio.
A los amantes de la naturaleza, la parte de la colina les reserva, además del escenario de los característicos viñedos de los cuales se obtiene un excelente vino D.O.C., bellísimos paseos entre bosques y castañales.
Montjovet tiene la particularidad de ser el municipio del Valle de Aosta con mayor número de pedanías, barrios y pueblos: se cuentan unos 50, en su mayoría todavía habitados.
Limita con los ayuntamientos de Saint-Vincent, Emarèse, Challand Saint-Victor, Verrès, Champdepraz y Châtillon y se encuentra a 402 metros de altura.