Patrimonio: Bard, Donnas, Hône, Pontboset, Pont-Saint-Martin, ** Valle d'Aosta **

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Il ''patois''

Tradiciones  - 

Su tutto il territorio della Valle d’Aosta gli abitanti parlano abitualmente il “patois”, un dialetto francoprovenzale. Esso presenta terminologie e cadenze che variano da Comune a Comune in conseguenza delle influenze francesi, vallesane, walser e piemontesi subite nel corso dei secoli. Il vocalismo della parlata è di tipo provenzale ed il consonantismo è di tipo francese. Le affinità maggiori sono riscontrabili nei dialetti
parlati nelle regioni francesi della Savoia e della Provenza, e nella Svizzera Romanda. Verrès è l’unico dei Comuni in cui non si parla il patois, ma per i suoi contatti con il vicino Canavese, gli abitanti parlano tra di loro il dialetto piemontese. Da alcuni decenni si cerca di mantenere vivo e valorizzare il patois.

Casas monumentales del pueblo medieval de Bard

Arquitectura  -  Bard

Casa Challant
Construida a finales del s. XV, se encuentra en el interior del burgo medieval de Bard. La casa fue habitada por el Conde Filiberto di Challand, castellano de Bard entre 1487 y 1517. Se caracteriza por sus ventanas con quilla al revés y por otras cruzadas.

Casa Nicole
Construida en parte por encima de la puerta occidental de entrada de la aldea de Bard, el palacio conserva, sobre la fachada, las señales de los proyectiles disparados durante el asedio al fuerte de Bard por parte del ejército de Napoleón en mayo del 1800. El palacio forma una torre en cuyo vértice se encuentra la ventana con forma de trébol de cuatro hojas de la capilla; esta última fue pintada al fresco en 1758 por el pintor Giovanni Antonio di Biella.

Casa Valperga
Se remonta al s. XVI y presenta algunas interesantes ventanas cruzadas y restos de decoración pictórica. En el centro encontramos una ventana bífora y restos de frescos que representan antiguas armas nobiliarias, entre ellas, las de la familia Valperga.

Fuerte de Bard

Castillos y torres  -  Bard

Ya con Teodorico, a comienzos del siglo VI d.C., existía en Bard una guarnición compuesta por sesenta hombres armados que defendían las llamadas “Clausuræ Augustanæ”, un sistema defensivo creado para proteger las fronteras del imperio.
En 1034 fue descrito como “inexpugnabile oppidum”, siendo ésta una de las referencias más antiguas a un castillo del Valle de Aosta. En 1242, el señorío de Bard pasó a manos de los Saboya, con Amadeo IV, movidos por la insistencia de los habitantes de la zona, cansados de los abusos de Ugo de Bard quien, desde la situación dominante de su castillo, imponía pesados tributos a viajeros y mercaderes.
A partir de este momento, el castillo fue siempre propiedad de los Saboya, que tenían allí una guarnición. En 1661, se reunieron en Bard las armas de otras fortificaciones valdostanas, como Verrès y Montjovet.
El castillo adquirió protagonismo con ocasión del paso del ejército francés en 1704 y, sobre todo, con la llegada de Napoleón Bonaparte que, en mayo de 1800, encontró atrincherada en el fuerte una guarnición formada por 400 austríacos. Los dispositivos de defensa del fuerte eran tan eficaces que el ejército napoleónico empleó unas dos semanas para vencerlas, cosa que consiguieron hacer solo recurriendo a la astucia. Después, Napoleón hizo desmantelar el fuerte para evitar más problemas futuros.
Lo que se puede ver hoy es la reconstrucción ordenada por Carlo Felice, en plena Restauración, que a partir de 1830, lo convirtió en una de las estructuras militares más robustas del Valle de Aosta. A finales del siglo XIX, el fuerte entra en decadencia: pasa a ser utilizado como cárcel y más tarde como depósito de municiones. Dejó de ser propiedad militar en 1975 y fue adquirido por el gobierno autonómico del Valle de Aosta en 1990.

El fuerte, íntegramente reastaurado en 2006, alberga hoy el Museo de los Alpes, los Alpes de los Niños, las Prisiones, el Museo de las Fortificaciones y de las Fronteras y exposiciones permanentes y temporales.

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    info@fortedibard.it

Iglesia parroquial Assunzione di Maria

Iglesias y santuarios  -  Bard

La parroquia de Bard, si bien se citaba ya en 1176, siempre estuvo gestionada por el párroco Hône, que la visitaba regularmente para celebrar la misa. Sin embargo, como el burgo de Bard a menudo se cerraba y quedaba aislado durante mucho tiempo, y como el puente entre los dos pueblos se cortaba por las malas condiciones atmosféricas, en el siglo XVIII los habitantes pidieron tener una parroquia propia. El 24 de enero de 1775 el obispo decretó la fundación de la parroquia de Bard. Está dedicada a la Asunción de María y es de 1868; probablemente es fruto de la reconstrucción de una anterior, mucho más antigua, contemporánea quizás del bello campanario románico del siglo XII-XIII.

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Ecomuseo de la castaña

Museos  -  Bard

En tiempos antiguos, la castaña era el alimento base de la dieta campesina, especialmente en los pueblos de media montaña.

En el pueblo de Albard di Bard, para ilustrar la elaboración de este producto, ha sido reconstruida una “grehe”, una característica construcción rural de pequeñas dimensiones de dos pisos, utilizada para secar las castañas.
En el mismo edificio, en el área que antiguamente se utilizaba como depósito, se han expuesto y explicado mediante paneles los utensilios originales para la elaboración de las castañas: el martillo para abrirlas, las pinzas para extraerlas de los erizos, los sacos de cáñamo grueso que se golpeaban contra una raíz de madera para despegar las cáscaras, que después se retiraban agitándolas con un ventilabro (en dialecto llamado “lo van”).

El museo solo es visible desde el exterior.

    (+39) 0125803134
    info@comune.bard.ao.it

Il Ferdinando. Museo de las Fortificaciones y de las Fronteras

Museos  -  Bard

Ubicado en el cuerpo de obra Ferdinando, situado en el primer nivel del peñón fortificado, el museo propone un espectacular viaje a través de la evolución de las técnicas de defensa, de los sistemas de asedio y del concepto de frontera.
Debido a la necesidad de proporcionar más claves de lectura históricas del emplazamiento y de la fortaleza, ha sido necesario ampliar - en el tiempo y en el espacio – este itinerario de conocimiento, centrando la configuración de la fortaleza del siglo XIX en la historia de amplia duración de los sistemas de fortificación, en el marco de una lectura de los Alpes en clave de límite, obstáculo, barrera natural, frontera móvil, territorio y línea de separación política habitada y vivida, atravesada y recorrida, defendida y fortificada.

El museo se articula en tres partes:

  • ”Museo del Fuerte y de las Fortificaciones”
  • ”Los Alpes Fortificados (1871-1946)”
  • ”Los Alpes, ¿una frontera?”

El Museo del Fuerte y de las Fortificaciones
La visita a esta primera sección, situada en el cuerpo de Obra Ferdinando Superior, permite al espectador sumergirse en una serie de ambientaciones históricas creadas con maquetas, vídeos y armas auténticas, con un recorrido narrativo que muestra la evolución de las fortalezas de los Alpes Occidentales a través de la evolución de las armas y de las estrategias militares, de los materiales y de las técnicas de construcción, empezando desde la época romana para llegar hasta las nuevas soluciones arquitectónicas y balísticas del siglo XX.
Gracias a la reposición cinematográfica de conocidos fragmentos de películas que contienen escenas de guerra (El Reino de los Cielos, Ridley Scott, 2005; Masada, Boris Sagal, 1981; El oficio de las armas, Ermanno Olmi, 2001; Alatriste, Agustín Díaz Yanes, 2006; El último valle, James Clavell, 1971; Revolución, Hugh Hudson, 1985; El último mohicano, Michael Mann, 1992; Tiempos de gloria, Edward Zwick, 1989, Cold Mountain, Anthony Minghella, 2003) y al material explicativo formado por la cartografía de época, se transporta al visitante hasta la época histórica a la que pertenece cada una de las salas.

Los Alpes Fortificados (1871-1946)
La segunda parte del museo se desarrolla en las salas del Cuerpo de Obra Ferdinando Inferior y está dedicada a las transformaciones llevadas a cabo entre final del siglo XIX y principio del siglo XX; introduce el Fuerte de Bard en un sistema de fortalezas del siglo XIX, representando reconstrucciones escenográficas y maquetas a escala, con el objetivo de destacar no solamente las características consideradas más representativas de las fortificaciones del arco alpino, sino intentando también convertir en protagonistas a los Alpes, escenario de una evolución tecnológica que los ha llevado a convertirse en “la frontera de Italia”. Una narración de la evolución de las fortalezas a través del desarrollo de las armas, y viceversa.
La transformación de los materiales y de las técnicas de construcción, el ensanchamiento gradual de las murallas, la colocación de los fuertes en lugares cada vez más dominantes, la evolución de los métodos estratégicos y de las soluciones arquitectónicas, todo ello constantemente trasladado a las capacidades ofensivas del enemigo, por lo tanto, a las posibilidades de derribo por parte de los ejércitos asediantes.
El tema de la montaña militarizada se trata en las secciones dedicadas a la Primera y la Segunda Guerra Mundial y a la Resistencia, apostando siempre por el impacto evocador provocado por un enfoque multimedia.

Los Alpes, ¿una frontera?
La tercera y última sección plantea una interrogación con el objetivo de situar al visitante en condiciones para reflexionar sobre el recorrido efectuado y sobre el significado que debe darse a la palabra “frontera”: ¿límite o barrera? ¿obstáculo o tramo de unión?
Se traza de esta forma un circuito expositivo que transmite una visión compleja y estructurada no solo del Fuerte de Bard, sino también del contexto histórico, social, cultural y geopolítico dentro del cual ha estado inmerso en las diferentes épocas históricas. Un viaje al pasado que termina con una reflexión de enorme actualidad en nuestros días.
De esta forma el visitante es protagonista de un diálogo con el lugar en el que se encuentra, a la búsqueda de una identidad, la de los Alpes, en continua evolución, que se convierte en encrucijada de los grandes acontecimientos del pasado y de esa historia de los hombres hecha a partir de sencillos recuerdos y acciones.

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Las Prisiones – espacio museológico permanente sobre la historia del Fuerte de Bard

Museos  -  Bard

Situadas en el interior de la Obra Carlo Alberto, las estrechas celdas del Fuerte de Bard, donde eran encerrados los prisioneros, acogen hoy en día un itinerario histórico que guía al visitante hacia el descubrimiento de la historia de la zona militar, que supo ser sitio de tránsito estratégico durante siglos. A través de vídeos, documentos y reconstrucciones en 3D de gran impacto visual, los visitantes pueden conocer la evolución arquitectónica del fuerte, así como a los personajes que han marcado los principales acontecimientos históricos desde el año 1000, pasando por su reconstrucción en 1830, hasta llegar a nuestros días.
Recorrido de visita
Las Prisiones acogen 24 celdas, todas de dimensiones muy reducidas (aproximadamente 1,3 × 2 metros) dispuestas a lo largo de las cuatro secciones precedidas por una galería de entrada, que ha sido dedicada a la representación iconográfica del Fuerte: el atrio acoge un vídeo relativo a la compleja obra de restauración y reconstrucción del Fuerte, llevada a cabo entre 1996 y 2006. Desde aquí, el visitante puede acceder a las primeras cuatro salas de la primera sección, relativas a la transformación del Fuerte a través de varias posiciones caracterizadas por modelos tridimensionales que representan las distintas épocas: romana, medieval, del 1500 al 1600 y 1700.
En las salas subsiguientes, un vídeo da voz a los protagonistas del episodio histórico más significativo de la historia del Fuerte: el asedio por parte de las tropas napoleónicas.
En la segunda sección , Napoleón Bonaparte, el general francés Berthier y el capitán austríaco Bernkopf revelan estrategias ofensivas-defensivas de la ardua batalla sostenida durante la primavera de 1800. El recorrido está embellecido por la proyección de dibujos del topógrafo y pintor Pietro Bagetti y por los escritos de Stendhal, testigos privilegiados de la historia de Bard.
La tercera parte del recorrido presenta el testimonio del capitán del Genio militar Francesco Antonio Olivero, al cual Carlo Felice de Saboya confió la reconstrucción del Fuerte tras el paso de Napoleón. En el interior de una celda se proyectan imágenes y documentos: un relevamiento del Fuerte de 1829 y un proyecto de 1830 muestran como Olivero explota las peculiaridades estratégicas del lugar, proyectando más cuerpos superpuestos para multiplicar las líneas de fuego. Los trabajos fueron realizados en tan solo ocho años.
La cuarta sección tiene como protagonista a Camillo Benso, conde de Cavour, “prisionero” de lujo durante la reconstrucción. A él se le confió, en 1831, la supervisión de los trabajos: por mucho entusiasmo que la empresa pudiese despertar en cualquiera, Cavour vivió la experiencia como un castigo, una “prisión moral” que él mismo definió como un “exilio”. En la sección hay algunos objetos de la vida cotidiana en el fuerte. Una escenografía recrea la atmósfera típica de una celda, mientras que sobre una pared se han montado paneles dedicados a los presidios que se sucedieron en el Fuerte y la reproducción de algunas mesas del ilustrador Quinto Cenni. Sobre dos monitores, un vídeo elaborado en colaboración con el Archivo militar del Genio de Roma, permite descubrir los resultados de una búsqueda sobre los militares que han pasado por el Fuerte en el transcurso de los años.
En la última sala, es posible apreciar la decadencia y el renacimiento del Fuerte en el transcurso del 1900, con una entrevista a Ferdinando Jacquemet, testigo viviente, que narra el último capítulo de la historia de Bard. El recorrido termina con la proyección de una animación que recorre la evolución de los asentamientos militares sobre la roca de Bard, desde el año 1000 a nuestros días.
Al recorrido se le añade una oferta de cuatro talleres didácticos , elaborados según las distintas edades de los estudiantes, desde los jardines de infancia hasta la escuela secundaria de primer grado.

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Los Alpes de los Niños

Museos  -  Bard

Completamente renovado en 2023, este espacio de acercamiento a la montaña, dedicado a niños y familias, ofrece una serie de talleres científicos en el interior de la Ópera Vittorio sobre el tema del cambio climático y el impacto que está teniendo en los glaciares de todo el mundo.

Cada sala permite a los visitantes conocer los cuatro picos más importantes del Valle de Aosta – Monte Rosa, Monte Cervino, Gran Paradiso y Monte Bianco – y las condiciones de sus respectivas zonas glaciares a través de una serie de comparaciones fotográficas. Cada uno presenta además un tema geológico y científico que se puede profundizar mediante actividades lúdicas y talleres.

El espacio alberga también la instalación Ice Memory con varias estaciones que utilizan la realidad aumentada para contar el estado de salud de los glaciares e implicar a los jóvenes en la comprensión de la dinámica del calentamiento climático y para promover la adopción de comportamientos sostenibles.

El espacio es de libre acceso mediante la compra de la entrada al Fuerte de Bard.

Se pueden realizar talleres de pago para colegios y grupos previa reserva.

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Museo de los Alpes

Museos  -  Bard

Ubicado en el primer piso de la Opera Carlo Alberto , el edificio más grande del espectacular complejo del Fuerte de Bard, el Museo de los Alpes es un espacio interactivo a través del cual el visitante puede viajar al descubrimiento del mundo alpino, explorando con los cinco sentidos una montaña vivida y transformada por la mano del hombre.

Las 29 salas de la exposición se dividen en cuatro secciones, que tratan de la montaña en términos de naturaleza, geografía, meteorología y antropolgía, emocionando los visitantes de todas las edades, gracias a la fusión entre la tradición y las nuevas tecnologías.

El viaje comienza con la ascensión a la cumbre entre proyecciones de panoramas y paisajes de alta montaña. La emotiva “sinfonía de las montañas”, banda sonora del museo, es el fondo de sonido que acompaña la visita.

Tocar la altura : el pasillo introductorio es una fascinante videoinstalación del artista Armin Linke que crea una realidad de sugestiones visuales y sonoras entre alzadas, túneles, saltos y esquiadores de alta tecnología. “¡Subamos a la montaña!” es la invitación que resuena en la “galería de las voces”: un caleidoscopio de lenguas alpinas que da la bienvenida al museo.

Al escuchar el paso de las estaciones , entran ganas de acariciar el pelo del mítico Dahu, el animal legendario con dos patas más cortas para adaptarse a las pendientes montañosas, que acoge en la fascinante biodiversidad del ambiente alpino. En los relicarios, dioramas, vídeos y pantallas táctiles se pueden contemplar el clima, las breves estaciones de las alturas, las plantas y los tenaces habitantes de las tierras altas.

Volar como un águila entre las cumbres : un vídeo en 3D da alas al visitante, un “vuelo de águila” que corta la respiración que sale del Mont Blanc y atraviesa los paisajes más sugerentes del Valle de Aosta, por entre glaciares, cascadas y antiguos castillos, hasta planear sobre el fuerte de Bard.

Caminar sobre el mar de Tetis : en la sala de la geografía, un espectacular mapa interactivo sirve como fondo de un paseo libre por los Alpes. La representación de las inconfundibles cumbres más célebres y espectaculares es tema central de la sala sobre la orogénesis. Un viaje que retrocede en el tiempo, entre las explosiones de lava de los Alpes generadas por el fuego y las resacas marinas que dieron vida a los Dolomitas.

Bailar en un carnaval de voces y colores : el establo, “la stübe”, la escuela y algunos vídeos interactivos hablan sobre la civilización alpina y la cultura vinculada al trabajo, del molino a la mina. Para después dejarse llevar por las alegres celebraciones que marcan el fin del invierno, fiestas y carnavales alpinos llenos de colorido, desfiles de “lanzette” (máscaras típicas valdostanas) o las danzas del “hombre salvaje”.

Y, finalmente, llegar a la cumbre, como alpinistas : en resumen, un viaje por la experiencia romántica de los artistas-alpinistas del siglo XIX, a la conquista de cimas inexpugnables y, después, en tren con los turistas que acuden en masa a las pistas de esquí. Una montaña versátil que hay que descubrir y vivir siempre con pasión.

Un relato multimedia : la voz de un “testigo”, el naturalista, el geógrafo, el antropólogo, el meteorólogo, contada por un monitor, en cada sala, es el tema de las 6 secciones del Museo.

Una sinfonía de sonido y color : proyecciones y sonidos dan forma a escenografías, reconstrucciones, juegos multimedia e interactivos para educar, divertir y sumergirse en la cultura alpina. Son los vídeos los que guían al visitante por esta impresionante exploración.

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Puentes y antiguas casas en el valle de Champorcher

Arquitectura  -  Champorcher

Una arquitectura original vinculada a un territorio impracticable

En un valle rocoso e  irregular como el de Champorcher, no eran sencillas las comunicaciones de una margen a la otra de los torrentes. Apoyando las fundaciones de los puentes sobre precipicios rocosos por encima de aguas tumultuosas, los maestros constructores de los siglos XVII y XVIII edificaron obras de arte que resisten aún hoy las crecidas más impresionantes.

A solo 6 km del valle central, en el pueblo de Pontboset, un trayecto reúne varios puentes curvados sobre el barranco de Rathus; estos conducen a los grandes valles de la ladera soleada, donde se concentran varios pueblos abandonados.

Las viviendas, aferradas a la cuesta, se caracterizan por sus ”soulei”, altos henares delimitados por paredes de ejes verticales con pilares en las esquinas. Unas pequeñas casas de piedra de 2 pisos, construidas al lado, servían de secaderos para las castañas, y hasta los 1000 m de altitud recuerdan que la población de este valle pudo desarrollarse únicamente gracias a la presencia de este fruto nutritivo.

Más arriba, el cultivo de cereales asume aspectos heroicos. Los campos de centeno de otros tiempos, en voladizo (salientes) unos sobre otros, gracias a la disposición aterrazada de las cuestas, caracterizan este paisaje literalmente construido por el hombre.

En pueblos como Outre l’Eve, numerosos graneros para las gavillas y el trigo dan testimonio de la habilidad de los carpinteros de esta original vaguada alpina sin descubrir.

El museo etnográfico del cáñamo, en Chardonney, se realizó bajo un antiguo granero del siglo XVIII, amueblando un establo habitado, sobre el modelo de los de Champorcher en invierno. Los habitantes eran especialistas en tejer el cáñamo y desde todo Val d’Aosta se llevaba la preciosa materia prima, indispensable en la vida cotidiana para la confección de ropa íntima, paños y sábanas.

La calzada romana de las Galias y su arco

Arquitectura romana  -  Donnas

La Vía Consular de las Galias, construida para comunicar Roma con el Valle del Ródano, presenta uno de sus puntos más característicos en el tramo de Donnas, encajada en la roca viva durante 221 metros.

Las dimensiones de la excavación resultan evidentes al contemplar el espolón rocoso conservado, en el cual se excavó un arco: 4 metros de profundidad, 4 de altura y casi 3 entre las dos jambas: durante la Edad Media era la puerta de la aldea y se cerraba durante la noche.

En el empedrado de la calzada todavía se pueden ver los surcos de los carros y, un poco más allá del arco, se encuentra la columna miliaria en la que se grabó la cifra XXXVI, que indica la distancia en “milia” entre Donnas y Aosta (aprox. 50 km).

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Lou Dzeut - manufatti in canapa

Artesanía  -  Donnas

Siguiendo la huella de una antigua tradición, la Cooperativa "Lou Dzeut" en Champorcher — ahora también presente en Donnas — continúa con el arte de tejer a mano tela de cáñamo, creando y bordando prendas y artículos artesanales que encarnan una rica historia y un sólido legado, sinónimos de unicidad y calidad. El nombre "Lou Dzeut" no es casualidad: en el patois local, significa tanto "enjambre", que simboliza el trabajo colectivo y la colaboración, como "brote", como una promesa de crecimiento futuro.

El trabajo manual en antiguos telares de madera, donde las manos y los pies de los tejedores se mueven de manera arrítmica, nos remonta a una época pasada. Es una tarea exigente y ardua, pero también cautivadora, donde la calidad prevalece sobre la cantidad. Los tejedores, junto con el maestro de costura, las bordadoras y encajeras, continúan produciendo telas de cáñamo y lino, creando objetos únicos y personalizados para el hogar y el ajuar.

En el taller, se elaboran piezas de alta calidad que honran la tradición, pero que también se adaptan a las necesidades contemporáneas. Además, se pueden encargar camisas y chalecos a medida, confeccionados con las telas producidas en el mismo lugar.

Abierto de martes a domingo (cerrado los lunes) de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00

    (+39) 012537327

Torre de Pramotton

Castillos y torres  -  Donnas

Es la primera torre que se encuentra remontando el Valle de Aosta y data del siglo XIII.
Situada a unos 30 minutos de caminata desde la pedanía de Pramotton, a la derecha orográfica del río Dora Baltea, la torre tiene planta hexagonal y está decorada con seis almenas, una por cada esquina.
La entrada está a 4 metros del suelo y todavía se puede ver parte de la muralla original.

Capilla de Albard

Iglesias y santuarios  -  Donnas

La capilla de Albard se encuentra cerca del pueblo del mismo nombre en el municipio de Donnas, a 613 metros sobre el nivel del mar, con vistas al fuerte y al pueblo de Bard, y está dedicada a la traducción de las reliquias de San Grato.

La fachada está fechada en 1756 y está pintada al fresco con la escena de la deposición de la Santa Cruz bajo una gloria de ángeles.

Capilla de S.Orso

Iglesias y santuarios  -  Donnas

Una de las capillas más antiguas de la zona de Donnas, se encuentra al oeste del pueblo medieval y supuestamente fue fundada para salvaguardar las casas de las frecuentes y peligrosas inundaciones del río Dora Baltea. La capilla parece haber sido mencionada ya en 1176 en una bula del Papa Alejandro III.

El dintel del portal de entrada tiene la fecha de 1692, año en que se reconstruyó la capilla. El hermoso portal de piedra es una copia a escala reducida del de la iglesia parroquial de Issime (hacia 1685).

En su interior se puede admirar un púlpito de finales del siglo XVIII en madera dorada y policromada en el que destacan figuras de santos y guirnaldas de flores.

Capilla de Verale

Iglesias y santuarios  -  Donnas

En la dehesa de Verale, a 1215 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la capilla dedicada a la transfiguración de Nuestro Señor, fundada en 1753. En el pueblo también se puede ver el horno comunitario utilizado para hornear pan.

En el pasado, los fieles iban en procesión al cercano santuario de Machaby el 5 de agosto para la fiesta de la Madonna delle Nevi y, a su regreso, al día siguiente, se detenían en Verale para celebrar la Transfiguración. Hoy la celebración tiene lugar el segundo sábado de agosto.

Iglesia parroquial de San Pietro in Vincoli

Iglesias y santuarios  -  Donnas

La iglesia parroquial se encuentra en el centro del pueblo, cerca de la estación de ferrocarril. Reconstruida en 1830 sobre las fundaciones de la anterior, rica en frescos, con un imponente altar mayor en mármol del siglo XVIII. Destacan las obras artesanales de madera como el coro, sostenido por cabezas de cariátides, y el púlpito, finamente historiado, además de los confesionarios, el baptisterio, los bancos del coro y las puertas. El campanario, de torre cuadrada, es más reciente que la iglesia, pero está decorado en la base con un antiguo bajorrelieve del siglo XIII que representa a San Pedro.

    (+39) 0125.807032

Ecomuseo ‘’Lechería de Treby’’

Museos  -  Donnas

El ecomuseo se encuentra en los locales en los que la antigua lechería comunal de Treby desarrolló su actividad entre 1902 y 1980.
En el 2000, el Ayuntamiento de Donnas adquirió el inmueble, que ha sido restaurado y acondicionado con el mismo equipamiento y materiales que se utilizaban antiguamente para la elaboración de la leche.

    (+39) 0125.807051
    info@comune.donnas.ao.it

Museo de la vid y del vino

Museos  -  Donnas

Los objetos y el equipamiento recogidos en el museo todavía son, en su mayor parte, de uso común en Donnas.
Sus orígenes se pierden en el tiempo; los nombres en “patois”, a menudo intraducibles, evocan un pasado en el que el cultivo de la vid era una actividad muy difundida y profundamente enraizada en la cultura local. Son objetos sencillos pero sabiamente construidos por manos expertas para realizar, en el viñedo o en la bodega, la función que se les asignó.

El museo está ubicado en las bodegas de la escuela “Anna Caterina Selve”, construida en honor de la madre del comendador Federico Selve a beneficio de la población de Donnas.
La elegante construcción es de estructura geométrica linear y está formada por un solo cuerpo con alturas diferentes; en su exterior, presenta perfilados horizontales que recuerdan el “bugnato” (revestimiento de piedra trabajada).

Las bodegas presentan un hermosísimo sofito abovedado de ladrillo.
Los locales, que inicialmente servían de depósito, fueron desde el 1971 al 1976 sede de las Caves Coopératives de Donnas y albergaron los barriles del primer vino de Denominación de Origen Calificada del Valle de Aosta.
Las bodegas fueron reestructuradas en el 2003 por el Ayuntamiento de Donnas para albergar el museo.

Además de herramientas y objetos relacionados con la vendimia y
vinificación hay algunas pantallas táctiles que ilustran las técnicas de elaboración del mosto y los buenos vinos locales.

    (+39) 340.3455869
    (+39) 338.8685598

Piedras copeladas

Arqueologìa  -  Hône

Se trata de rocas o piedras en las que se grabaron, con piedras duras o punteros metálicos, pequeños agujeros cóncavos en forma de copa. Estos objetos prehistóricos datan de la Edad del Bronce tardía y de la Edad del Hierro. Todavía no se sabe con certeza para qué servían estas incisiones: algunos expertos piensan que las piedras copeladas se empleaban en rituales religiosos y propiciatorios. En el territorio de Hône, hay piedras copeladas en Montoulin (900 m) y en la localidad de Plan Priod (465 m).

Palacio Marelli

Castillos y torres  -  Hône

Se trata de la residencia construida en 1689 en los alrededores de la iglesia parroquial de san Giorgio para el conde Jean-Pierre Marelli, superintendente general de armas y municiones de la casa Saboya, que pocos años antes había recibido como feudo el territorio de Hône.
El edificio se extendía horizontalmente y se caracterizaba por la presencia de jardines y huertos interiores. Sin embargo, desde sus orígenes, lo que había sido concebido como palacio señorial fue utilizado como granja y ya en las primeras décadas del siglo XVIII su estructura había quedado gravemente deteriorada. A mediados del siglo XIX, Giovanni Antonio Colliard, alcalde de Hône durante mucho tiempo, adquirió el palacio y continuó siendo su propietario hasta mediados del siglo siguiente.
En las últimas décadas, el patrimonio arquitectónico del palacio ha sido modificado completamente por importantes transformaciones.

Iglesia parroquial San Giorgio

Iglesias y santuarios  -  Hône

La iglesia parroquial San Giorgio tiene orígenes muy antiguos: aparece citada en una bula del Papa Alejandro III de 1176. En las primeras décadas del siglo XVIII el edificio fue reconstruido y en 1742 los hermanos Gilardi realizaron las estatuas de la viga de triunfo. Se realizó otra reforma en 1833, y en 1897 el interior fue pintado al fresco por Alessandro y Augusto Artari, pintores de Verrès.

ELEMENTOS INTERESANTES:
- los tres altares, del siglo XVIII, en estilo barroco, de madera tallada, pintada y dorada;
- el coro, decorado con originales cariátides;
- el púlpito de nogal del siglo XIX, compuesto por varios paneles esculpidos.

El museo parroquial contiene, entre otras cosas:
- un bajorrelieve de la Virgen de la Misericordia, de 1600 aproximadamente, proveniente quizás de la capilla de la Ruine, destruida por un aluvión en el siglo XVII
- un bajorrelieve de San Giorgio, la princesa y el dragón, de la primera mitad del siglo XVII
- numerosas esculturas y decoraciones sagradas preciadas.

    (+39) 3497269926
    (+39) 0125803540

Los viejos puentes de Pontboset

Arquitectura  -  Pontboset

El mismo nombre del pueblo, Pontboset, evoca una de sus características más destacadas: la presencia de un gran número de puentes.

En efecto, desde la capital se puede dar un paseo muy agradable que atraviesa nada menos que seis puentes: destacan especialmente el puente de lomo de caballo sobre el Ayasse (puente de Bozet), que da acceso al sendero que lleva a las poblaciones de Piolly y de Fournier; el hermoso puente de piedra de tres arcadas que da acceso al “envers” y el de Vaseras sobre el arroyo Manda.

Además, entre los dos pueblos de Savin y de Fassiney se construyó en 1878 el hermosísimo puente de piedra actual, en sustitución de uno de madera; desde entonces, el puente ha permanecido indemne frente a todos los aluviones.

    0125/803070

Capilla del Gom

Iglesias y santuarios  -  Pontboset

La actual capilla del Gom, perteneciente a la tercera década del siglo XVIII, se reconstruyó sobre los restos de un edificio anterior, mucho más pequeño, con entrada en el lado sur. El bello altar barroco probablemente es obra de uno de los muchos artistas valsesianos del siglo XVIII: Francesco Antoni d’Alberto. La fachada de la capilla presenta la pintura de un gracioso e insólito motivo ornamental.

Iglesia parroquial de San Grato

Iglesias y santuarios  -  Pontboset

La iglesia original fue construida entre 1622 y 1624, poco antes de la fundación de la parroquia (1625), pero fue reconstruida en 1843-44 bajo el plano y la dirección del arquitecto Pacifique Dallou de Donnas. En 1910 las paredes internas se revistieron de frescos de los pintores Stornone, Sardi y Carretti.
El altar es del siglo XIX, pero contiene estatuas realizadas en 1706 por el maestro de Biela Serra. El crucifijo triunfal sería de 1625. En la plaza delante de la iglesia hay una bella fuente de piedra construida en 1830 por el tallador Peraldo de Biella.

    0125806931

Santuario de Retempio

Iglesias y santuarios  -  Pontboset

El santuario de Retempio, que se remonta a 1835, está constituido por una capilla dedicada a Nostra Signora della Visitazione y a San Rocco.
Se conservan en su interior una estatua de madera dorada de la Virgen y dos estatuas policromadas que representan a Sant’Andrea y San Bartolomeo. El santuario toma el nombre del pasto alpino de Tempioz, situado a poca distancia.
Desde el santuario, meta de una peregrinación tradicional que se realiza el 2 de julio, se goza de un bellísimo panorama del Monte Rosa y del Cervino.

Puente Romano

Arquitectura romana  -  Pont-Saint-Martin

Es un imponente testimonio de la romanización del Valle de Aosta. Su datación resulta incierta: según algunos, fue construido hacia el 120 a.C.; según otros, en el 25 a.C.

El puente
El puente todavía está fijado a la roca por ambos lados, tiene 25 metros de altura y su única arcada cuenta con 35 metros de ancho. En la base, todavía se pueden ver, excavados en la roca viva, los huecos para las vigas de madera que proporcionaron el sostén necesario para la construcción de la arcada de piedra. A finales del siglo XIX se colocaron algunas llaves de hierro para consolidar la estructura. A comienzos del siglo XIX se construyó, un poco más abajo, otro puente de madera sustituido en 1876 por la actual construcción de mampostería.

La leyenda
La imaginación popular ha atribuido la construcción del puente al diablo. Cuenta la leyenda que san Martín, obispo de Tours, mientras regresaba de Italia a su diócesis, se encontró con que el arroyo Lys le había cortado el paso al llevarse la única pasarela en su crecida. El diablo le propuso resolver el problema construyendo, en una sola noche, un sólido puente, pero pidió a cambio el alma del primero que atravesase el puente. El santo aceptó, pero a la mañana siguiente, al lanzar un trozo de pan al otro extremo del puente, consiguió que el primero en atravesarlo fuese un perrito hambriento. El diablo, encolerizado, desapareció en el Lys entre luces y emisiones de azufre y la población se quedó con el puente. La leyenda sigue siendo uno de los temas fundamentales del carnaval de Pont-Saint-Martin, que termina precisamente con la hoguera del diablo bajo el puente romano.

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    protocollo@comune.pontsaintmartin.ao.it

Casa fuerte l' Castel

Castillos y torres  -  Pont-Saint-Martin

Antiguamente denominado della Rivoire, el castillo fue construido a lo largo de diferentes fases y se utilizó como residencia por los señores de Pont-Saint-Martin a partir de finales del siglo XV. Varias veces modificada, manteniendo sin embargo todavía diferentes aspectos característicos, en sus formas primitivas, la estructura podía identificarse como una fortificación rural (de ahí la denominación “casa fuerte”), pero su función, además de defensiva, también era de ostentación, respondiendo de esta forma a la necesidad de destacar el prestigio del que gozaban sus propietarios.
El edificio se desarrolla en cuatro plantas: un sótano, con función de almacén o local para la elaboración de productos agrícolas, dos plantas que representan las plantas nobles y una tercera planta, con ventanas con asiento, con características de habitabilidad más modestas.
En el lado suroeste se aprecia un cuerpo voladizo que se apoya en repisas superpuestas de piedra escuadrada. Al noroeste, hacia via Castello, se observa claramente la estructura de muros original, de piedra y mortero de cal; en la parte superior destaca una chimenea típica. En el lado nordeste se encuentran la entrada y las escaleras, desde las que se accede a la planta elevada y a las dos plantas superiores. El lado sudeste, que se asoma al patio interior, también presenta diferentes elementos interesantes: tres ventanas con rejas, un balcón de madera apoyado sobre un sistema de repisas, vigas, riostras y, por último, el desván.
La restauración llevada a cabo en 2012 permitió recuperar el edificio rescatándolo del abandono y del desgaste provocado por el paso del tiempo y permitiendo devolverlo a la población y a todas las personas interesadas en la historia de la localidad.

La visita
Después de la restructuración, la casa fuerte de los señores de Pont-Saint-Martin dejó de ser residencia de familias nobles para pasar a acoger talentos y cultura, un museo y centro cultural que devuelven dignamente a la sociedad este edificio histórico en todo su esplendor.

Las instalaciones albergan de manera permanente:

  • los dibujos del maestro Francesco Corni
  • obras del escultor Cristiano Nicoletta, puestas a disposición de la Dirección General de Bienes y Actividades Culturales de la Región Autónoma Valle de Aosta
  • una exposición de muebles de época pertenecientes a las colecciones de la administración regional
  • la exposición “Presenze”, sobre ropa y lencería antigua
  • una exposición sobre el bombardeo de Pont-Saint-Martin en el año 1944
  • la exposición «Vignobles» sobre los viñedos locales.

    (+39) 0125.807793
    (+39)335.1251920
    biblioteca@comune.pontsaintmartin.ao.it

Castillo Baraing

Castillos y torres  -  Pont-Saint-Martin

Su construcción comenzó en 1883, sobre un peñasco situado sobre la vieja aldea, a instancias del doctor Pietro Annibale Baraing, una de las figuras más destacadas de Pont-Saint-Martin.
De estilo neogótico, según el gusto de la época, y rodeado por un amplio jardín con invernaderos y fuentes, el edificio fue terminado en 1893.
En 1931 fue donado al municipio de Pont-Saint-Martin, que lo convirtió en casa consistorial; desde la posguerra hasta comienzos de los 60 albergó el Avviamento Professionale Regionale.
Tras años de abandono, ha sido restaurado y hoy es sede de la asociación montañesa Mont Rose.

    0125807873

Fontaney church

Iglesias y santuarios  -  Pont-Saint-Martin

The Fontaney Church stands along the regional road of Perloz, just above the centre of Pont-Saint-Martin, hidden among cypresses and boxtrees, in a place rich in sources whose moisture unfortunately caused the decline of this beautiful model reproducing in miniature the plant of the Aosta Cathedral, and from which derives the toponym that means “place of the fountains”.

History
Built between 1590 and 1595 by Baron Pierre of Vallaise on a land owned by his family, next to the fortified house, it was dedicated to the Precious Blood and the Body of Our Lord Jesus Christ and the Blessed Virgin Mary.
At the time when the church was built, Pont-Saint-Martin’s territory still belonged to the parishes of Perloz and Donnas. After several instances from the inhabitants and the Baron who let the church build, on 5 June 1614 the church was appointed as parish by Bishop Martini, and so remained until 1899.

Description
The church has a rectangular plan, with three naves, divided by pillars painted with frescoes of scenes from the life of Saints. The interior paintings, in fairly good conditions, bear the date of 1726. The polygonal apse has an ambulatory which prolongs the side aisles, while the rib vaults are divided by grey stone cordons. The façade was frescoed in 1600: the Renaissance paintings represent scenes from the Holy Scriptures.
On the right side is placed the chapel of the Holy Rosary, contemporary of the rest of the building.
The presbitery is placed over a step elevated above the floor of the nave: it was once bounded by two tuff columns, still visible on the side walls.
The aisles are lightened by fifteen large windows, once provided with lead glass with images of Saint Martin (who gave the name to the municipality), the Glory of Christ, the Virgin and the twelve Apostles.
The sacristy was in communication with the bell tower, now collapsed.

In 1839 the new parish church, built in the plain, was opened: since that time the old parish church was stripped of all ornaments and gradually abandoned.
In 1904 an ordinance of the city council of Pont-Saint-Martin would even have ordered its demolition, in order to allow the expansion of the nearby cemetery. The intervention of the parish priest don Fortunato Quendoz was decisive and saved from destruction this jewel of sacred architecture: in 1910 the Regional Direction for Ancient Monuments declared the church of Fontaney as a national monument.
In 1968 were made some operations on the plasters and in 1998 the roof was reconstructed, at the end of a complex series of restoration and renovation interventions that gave again the very identity to the monument.
Since 2009 the Fontaney Church has been finally returned to the population.

Museo del Puente Romano

Museos  -  Pont-Saint-Martin

El museo es dedicado al grandioso puente construido por los romanos en el siglo I a.C., cuya majestuosa arcada es la más amplia de las que datan de la misma época y todavía se conservan en Europa.

Una interesante colección de fotografías, dibujos y documentos ofrece la posibilidad de satisfacer cualquier tipo de curiosidad sobre el “Puente del Diablo”: los materiales utilizados y la técnica constructiva, las leyendas protagonizadas por el puente, la restauración del siglo XIX, el terrible peligro que supuso el bombardeo de los aliados en agosto de 1944.
Además, el museo puente romano es el punto de partida de una exhaustiva visita a 360º al pueblo de Pont-Saint-Martin, presentado en el vídeo proyectado en la misma salita.

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Tradiciones  -  Pont-Saint-Martin

Il Carnevale di Pont-Saint-Martin è nato nel 1910 e trae origine da due distinte leggende popolari.
Una è imperniata sul personaggio del Diavolo che, come vuole la leggenda, fu interpellato da San Martino per la costruzione di un ponte solido sul torrente Lys. Il Maligno innalzò un bellissimo arco in una sola notte, ma in cambio chiese l’anima che per prima vi fosse transitata. Il Santo però ingannò il Diavolo facendo passare sul ponte un cane: il Maligno si infuriò e voleva distruggere la propria opera: aveva già aperto una breccia sul parapetto del ponte, ma San Martino piantò una croce nel suo punto più alto e fece scomparire il Diavolo. In seguito venne eretto un oratorio nel luogo dove era stata fatta la breccia, per annullare il maleficio che non permetteva di ripararla in nessun modo.
Il personaggio della Ninfa si rifà invece alla leggenda della Fata di Colombera: secondo la tradizione questa leggiadra creatura abitava in un antro scavato nella roccia nei pressi di Réchanter. Ma gli abitanti del borgo la accusarono di iniquità ed ella decise di lasciare quel luogo inospitale. Fece cadere una pioggia torrenziale che ingrossò le acque del rivo di Réchanter, poi fermò le acque del Lys formando un lago nel quale ella si adagiò, per poi ridare nuovamente sfogo ai flutti. La terribile ondata, arrivata nei pressi di Pont, rischiava di travolgere il Ponte Romano ed alcuni abitanti del paese invocarono la ninfa: “Baissez-vous, la belle, et laissez-nous le pont!” La giovane creatura, commossa, risparmiò il Ponte ed il paese, cosa che gli abitanti ricordano ancor oggi con riconoscenza.
Durante la festa si svolge anche la “corsa delle bighe”, in ricordo dell’occupazione Romana al tempo dei Salassi, ed i festeggiamenti si concludono con il rogo del Diavolo sotto il ponte.
La manifestazione inizia il sabato grasso per terminare il mercoledì delle Ceneri.

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