Ubicado en el primer piso de la Opera Carlo Alberto , el edificio más grande del espectacular complejo del Fuerte de Bard, el Museo de los Alpes es un espacio interactivo a través del cual el visitante puede viajar al descubrimiento del mundo alpino, explorando con los cinco sentidos una montaña vivida y transformada por la mano del hombre.
Las 29 salas de la exposición se dividen en cuatro secciones, que tratan de la montaña en términos de naturaleza, geografía, meteorología y antropolgía, emocionando los visitantes de todas las edades, gracias a la fusión entre la tradición y las nuevas tecnologías.
El viaje comienza con la ascensión a la cumbre entre proyecciones de panoramas y paisajes de alta montaña. La emotiva “sinfonía de las montañas”, banda sonora del museo, es el fondo de sonido que acompaña la visita.
Tocar la altura : el pasillo introductorio es una fascinante videoinstalación del artista Armin Linke que crea una realidad de sugestiones visuales y sonoras entre alzadas, túneles, saltos y esquiadores de alta tecnología. “¡Subamos a la montaña!” es la invitación que resuena en la “galería de las voces”: un caleidoscopio de lenguas alpinas que da la bienvenida al museo.
Al escuchar el paso de las estaciones , entran ganas de acariciar el pelo del mítico Dahu, el animal legendario con dos patas más cortas para adaptarse a las pendientes montañosas, que acoge en la fascinante biodiversidad del ambiente alpino. En los relicarios, dioramas, vídeos y pantallas táctiles se pueden contemplar el clima, las breves estaciones de las alturas, las plantas y los tenaces habitantes de las tierras altas.
Volar como un águila entre las cumbres : un vídeo en 3D da alas al visitante, un “vuelo de águila” que corta la respiración que sale del Mont Blanc y atraviesa los paisajes más sugerentes del Valle de Aosta, por entre glaciares, cascadas y antiguos castillos, hasta planear sobre el fuerte de Bard.
Caminar sobre el mar de Tetis : en la sala de la geografía, un espectacular mapa interactivo sirve como fondo de un paseo libre por los Alpes. La representación de las inconfundibles cumbres más célebres y espectaculares es tema central de la sala sobre la orogénesis. Un viaje que retrocede en el tiempo, entre las explosiones de lava de los Alpes generadas por el fuego y las resacas marinas que dieron vida a los Dolomitas.
Bailar en un carnaval de voces y colores : el establo, “la stübe”, la escuela y algunos vídeos interactivos hablan sobre la civilización alpina y la cultura vinculada al trabajo, del molino a la mina. Para después dejarse llevar por las alegres celebraciones que marcan el fin del invierno, fiestas y carnavales alpinos llenos de colorido, desfiles de “lanzette” (máscaras típicas valdostanas) o las danzas del “hombre salvaje”.
Y, finalmente, llegar a la cumbre, como alpinistas : en resumen, un viaje por la experiencia romántica de los artistas-alpinistas del siglo XIX, a la conquista de cimas inexpugnables y, después, en tren con los turistas que acuden en masa a las pistas de esquí. Una montaña versátil que hay que descubrir y vivir siempre con pasión.
Un relato multimedia : la voz de un “testigo”, el naturalista, el geógrafo, el antropólogo, el meteorólogo, contada por un monitor, en cada sala, es el tema de las 6 secciones del Museo.
Una sinfonía de sonido y color : proyecciones y sonidos dan forma a escenografías, reconstrucciones, juegos multimedia e interactivos para educar, divertir y sumergirse en la cultura alpina. Son los vídeos los que guían al visitante por esta impresionante exploración.