El arboreto se halla a la izquierda orográfica del torrente Évançon, en la entrada del Valle d’Ayas. Puede llegarse a pie desde Verrès, donde conviene dejar el automóvil, subiendo un breve tramo de la carretera regional del Val d’Ayas.
En sus dos entradas se han colocado sendos paneles con la descripción de la zona, que comprende nueve plazoletas panorámicas, equipadas con bancos y cestos para recogida de basuras. El paisaje visible desde este lugar es extraordinariamente amplio: a la izquierda el castillo de Verrès, levantado en la segunda mitad del S.XIV; a nordeste, el Val d’Ayas; al noroeste se recorta la majestuosa cruz de hierro construida sobre el monte Saint-Gilles (en agradecimiento por la incolumidad del pueblo durante los bombardeos de la segunda guerra mundial); a sudoeste y sudeste, la gran llanura de Verrès y poco más allá el castillo de Issogne.
La variada vegetación puede reconocerse gracias a los carteles que indican su nombre botánico, además del los nombres en italiano y francés. Se encuentran, además de las especies autóctonas típicas de este ambiente xerófilo, como el roble pubescente, el cornejo, el espino albar, el olmo, el almez, la robinia, etc., especies más exigentes como el cerezo, el fresno, el castaño, el peral, el tilo, además de algunas manifestaciones botánicas que son auténticas rarezas espontáneas en este tipo de contexto: nispolero, rusco, laurel y bonetero.
También se aprecia diversificación en la flora herbácea y arbustiva: encontramos las típicas especies de los ambientes muy secos y cálidos, como la saponaria, la silene musgo, el escaramujo, la clemátide, los lirios silvestres y otras más exigentes como la violeta, la fresa y la hiedra.
Los habitantes de Verrès llaman a este lugar, en lengua patois “Borna di Laou” o, en piamontés, “Tampa del luf”, ya que, según parece, en la zona tuvo su madriguera un lobo hasta fines del siglo XIX.