Verrès
Esta pequeña ciudad de unos 2700 habitantes se sitúa a 391 metros de altitud, en la confluencia del torrente Evançon con el Dora, sobre la margen izquierda orográfica de éste último, en una zona amplia y llana.
Se trata del municipio menos extenso de nuestro territorio, aunque puede que sea uno de los más importantes debido a su céntrica ubicación.
Fundado por los salasos, el antiguo pueblo de Verrès era conocido por los romanos gracias a sus múltiples comercios, a los que debe su nombre procedente del latín “Vitricium”, probablemente derivado de la existencia de una antigua cristalería.
El pueblo está dominado por el imponente castillo, construido sobre la roca que cierra el acceso al Valle de Ayas y que atrae la atención de todo el que pasa por esta zona. Mandado construir por Ibleto di Challant alrededor del año 1390, es un hermoso ejemplo de fortaleza feudal. La poderosa estructura de este enorme cubo de piedra (30 m de lado) queda adornada por ajimeces y ventanas divididas, puertas de arco y por su monumental escalinata y sus colosales chimeneas, las más hermosas de Val d?Aosta.
En la época del carnaval, resulta muy evocadora la representación histórica de la figura de Caterina de Challant, la condesa, rodeada de condes, guardias armados y capitanes vestidos con trajes de la época; se trata de una oportunidad única para poder acceder al castillo de noche a fin de celebrar estos festejos tradicionales.
El núcleo arquitectónico de la Colegiata de Saint-Gilles, en el centro del pueblo, se sitúa en una simetría casi perfecta con el castillo; la construcción se remonta aproximadamente al año 1000. Despierta un particular interés la ventana trifora de la antigua capilla de Ibleto en la pared del fondo: se trata de la ventana de piedra más hermosa de toda la arquitectura gótica de Val d’Aosta. Justo al lado, se encuentra la iglesia parroquial de Sant’Egidio, construida sobre los restos de una antigua iglesia románica.
La granja Murasse, un edificio que data del año 1512 y que fuera en su época la caballeriza de la familia de Challant, dispone de una muralla con almenas por un lado, de una cuadra baja, alargada y rebajada en algunas zonas y por la torre del palomar, señal inequívoca de señorío y privilegio de la nobleza.
En esta zona se pueden visitar las capillas de la Addolorata, de la Madonna delle Grazie, de San Grato y de San Rocco.
Muchos son los eventos que están obteniendo cada vez una mayor aceptación: el “Mercatino verreziese dello scambio e dell’occasione” (mercadillo de Verres del intercambio y las oportunidades) se celebra el primer domingo de los meses de junio, julio, agosto y septiembre en el centro histórico del pueblo. Otras festividades incluyen la fiesta medieval, el último fin de semana de julio y las veladas enogastronómicas de San Rocco, el 16 de agosto, y de Sant’Agostino, el 28 de agosto.
A lo largo del cauce del Dora, dentro del territorio municipal de Verrès, se encuentra un coto regional de pesca, también en invierno, para aquellos pescadores que practiquen la modalidad “No Kill”, es decir, para todo aquel que vuelva a lanzar el pescado al agua.
El área incluye un arboretum, denominado ?Borna di laou?, implantado en la primera mitad de la década de los 50 y que se extiende sobre una superficie de unas 6 hectáreas.