Fuerte de Bard
Localidades: Bard
Fuerte
La taquilla cierra 1 hora antes que el fuerte.
- de martes a viernes 10.00 – 18.00 horas
- sábado, domingo y festivos 10.00 – 19.00 horas
Museo de los Alpes:
abierto con el mismo horario del Fuerte
Il Ferdinando, museo de las fortificaciones y de las fronteras:
abierto con el mismo horario del Fuerte
Las Prisiones del Fuerte:
- de martes a viernes 11.00 – 18.00 horas
- sábado, domingo y festivos 11.00 – 19.00 horas
Los horarios pueden estar sometidos a variaciónes: se aconseja de verificarlos en el sitio web indicado en la sección “Contactos”.
• La Caffetteria di Gola está abierta al público.
• Las taquillas están abiertas pero se recomienda utilizar los canales de venta en línea.
Reducido 19 - 25 años: 6,00 €
- All Forte (todos los museos y todas las exposiciones): 24 euros
- All Forte 19 - 25 años (todos los museos y todas las exposiciones): 12 euros
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Reducido para:
- visitantes > 65 años
- estudiantes universitarios.
Gratuito:
- niños y adolescentes menores de 18 años
- personas discapacitadas
- guías turísticos y periodistas en servicio y con documento.
Para reducciones especiales (grupos, familias, escuelas, convenciónes), visitas guiadas y acumulativos por la visita de diferentes espacios, se ruega dirigirse a la taquilla del Fuerte.
• acceso al Fuerte desde el pueblo medieval a través de un fácil paseo panorámico al aire libre. Los discapacitados y sus acompañantes, las personas con dificultades para caminar y las familias con sillas de paseo pueden usar los ascensores panorámicos.
• las taquillas están abiertas pero lo invitamos a comprar boletos en línea en el sitio web fortedibard.it
Accesibilidad
Sillas de ruedas:
El Fuerte Bard no tiene barreras arquitectónicas y se puede llegar a cada nivel mediante ascensores o senderos peatonales equipados con rampas: el acceso independiente es posible para personas discapacitadas, cochecitos y cochecitos.
Una silla de ruedas está disponible previa solicitud para el público con dificultades de movilidad para facilitar las visitas a los espacios expositivos. Es recomendable contactar previamente al teléfono + 39 0125 833818.
Ciegos y personas con discapacidad visual:
Para conocer la historia del conjunto monumental, las personas invidentes pueden consultar tres tótems equipados con descripciones en braille y mapas en relieve ubicados en una zona de fácil acceso, en el segundo piso del aparcamiento de varias plantas. También están disponibles maquetas del Fuerte en correspondencia con los edificios principales.
Contactos
Ya con Teodorico, a comienzos del siglo VI d.C., existía en Bard una guarnición compuesta por sesenta hombres armados que defendían las llamadas “Clausuræ Augustanæ”, un sistema defensivo creado para proteger las fronteras del imperio.
En 1034 fue descrito como “inexpugnabile oppidum”, siendo ésta una de las referencias más antiguas a un castillo del Valle de Aosta. En 1242, el señorío de Bard pasó a manos de los Saboya, con Amadeo IV, movidos por la insistencia de los habitantes de la zona, cansados de los abusos de Ugo de Bard quien, desde la situación dominante de su castillo, imponía pesados tributos a viajeros y mercaderes.
A partir de este momento, el castillo fue siempre propiedad de los Saboya, que tenían allí una guarnición. En 1661, se reunieron en Bard las armas de otras fortificaciones valdostanas, como Verrès y Montjovet.
El castillo adquirió protagonismo con ocasión del paso del ejército francés en 1704 y, sobre todo, con la llegada de Napoleón Bonaparte que, en mayo de 1800, encontró atrincherada en el fuerte una guarnición formada por 400 austríacos. Los dispositivos de defensa del fuerte eran tan eficaces que el ejército napoleónico empleó unas dos semanas para vencerlas, cosa que consiguieron hacer solo recurriendo a la astucia. Después, Napoleón hizo desmantelar el fuerte para evitar más problemas futuros.
Lo que se puede ver hoy es la reconstrucción ordenada por Carlo Felice, en plena Restauración, que a partir de 1830, lo convirtió en una de las estructuras militares más robustas del Valle de Aosta. A finales del siglo XIX, el fuerte entra en decadencia: pasa a ser utilizado como cárcel y más tarde como depósito de municiones. Dejó de ser propiedad militar en 1975 y fue adquirido por el gobierno autonómico del Valle de Aosta en 1990.
El fuerte, íntegramente reastaurado en 2006, alberga hoy el Museo de los Alpes, los Alpes de los Niños, las Prisiones, el Museo de las Fortificaciones y de las Fronteras y exposiciones permanentes y temporales.