Lillianes
Primer núcleo habitado que se encuentra subiendo por la carretera del Valle del Lys, se halla a 655 metros de altura.
El origen del nombre puede derivar del latín “Insule Haelianae”, de un antiguo nombre del torrente Lys.
Un sugerente puente de piedra, el único de cuatro arcadas del Valle de Aosta, construido en 1733, permite que las dos orillas se comuniquen. El puente lleva a la iglesia parroquial dedicada a San Rocco, un edificio que data de principios del siglo XVII; el campanario es del siglo XV, pero fue reconstruido dos siglos después.
En Lillianes, al igual que en Perloz y Fontainemore, se habla un dialecto francoprovenzal, con fuertes inflexiones piamontesas.
Inmerso en espesos y amplios bosques de castaños, el pueblo está atravesado por el torrente Lys.
Desde el Medioevo hasta finales del siglo XVIII, la historia de Lillianes está ligada a la de los señores Vallaise.
En Lillianes se conserva un rico patrimonio determinado por la convivencia y la armoniosa combinación de importantes testimonios históricos, de recursos ambientales intactos y de un tejido de tradiciones y de cultura todavía vivo.
También es expresión de este patrimonio el cultivo de castañas, que caracterizan este territorio con una óptima producción, cualitativa y cuantitativamente.
Son numerosas las posibilidades que se pueden emprender para descubrir curiosidades de la naturaleza: el Bec Fourà (1830 m), cuya cima está literalmente “agujereada”, y el Plan des Sorcières (1800 m), en el que se pueden observar las herramientas de antiguos ritos de brujería.