Después de recorrer un tramo de la antigua carretera que conduce hacia el Vallese, se llega a una cuenca verde donde, a 2084 metros de altitud, se conservan los maravillosos restos del hospicio de Chavacour, que se considera punto de refugio y de descanso para los comerciantes que se dirigían a Suiza a través del Col Collon y el glaciar Arolla.
Las ruinas forman una planta cuadrada con la fachada orientada hacia el norte y cubren una superficie de 480 m2; las paredes no están realizadas “en seco” como las de los pastos alpinos, sino utilizando piedra cuidadosamente cementada con un mortero de cal y arena.
El edificio debía tener un aspecto bastante imponente, que hace cuestionarse si se trataba realmente de un hospicio que acogía comerciantes, caminantes y peregrinos o más bien de una casa fuerte levantada para controlar y defender la región. Desde el punto de vista documental, existe poca información sobre este aspecto, e incluso la expresión “hospice de Chavacour” no se empezó a utilizar hasta después del siglo XIX.
Tradicionalmente, a través del Col Collon se transportaba vino, trigo y otros productos. Para los pastores del Valle de Aosta, este paso era importante para llevar a sus bestias a la feria de Evolène, en Suiza y, en dirección inversa, para conducir las vacas desde el Val d’Hérens hasta la feria que se celebraba anualmente en Valpelline.
Cabe destacar que el Col Collon era un paso estratégico para las familias Challant y Cly, que tenían posesiones y diferentes intereses en el Val d’Anniviers y en Sion, pueblos limítrofes con el Valtournenche; para los condes de Saboya, en cambio, que el año 1367 se apoderaron del feudo de Cly, este paso tenía una función secundaria, teniendo en cuenta que era más fácil acceder a sus propiedades trasalpinas desde los pasos del Piccolo y Gran San Bernardo.
Es evidente que a finales del siglo XVIII el hospicio de Chavacour ya estaba en ruinas: el canónigo Frutaz cree que parte de las piedras se reutilizaron en la construcción del cercano pasto alpino Château, que se remonta a 1780.
Cómo llegar
Desde las casas de Etirol, seguir el maravilloso sendero que entra en el cañón. Continuar hasta los llanos superiores para cruzar después el arroyo y volver a subir al camino. Seguir el camino (nº 1) hasta abandonarlo, a la izquierda, por el sendero que permite acceder a las ruinas del Hospice de Chavacour.
Dibujos y textos libremente extraídos de “*Il labirinto della memoria*”
A cargo del comité científico del Musée Petit-Monde