Patrimonio: Montjovet

7 Resultados
Página 1 de 1

Molino de Arlaz

Arquitectura  -  Montjovet

El molino fue construido por particulares, probablemente a principios de 1800, para ser utilizado por los habitantes de las aldeas vecinas.
El lugar, que se creía que estaba embrujado, también inspiró una antigua leyenda.

Después de años de abandono, el molino ha sido restaurado. En la esquina del edificio, apoyado contra la pared, se puede ver una vieja piedra de molino.

Gran parte de las estructuras móviles de madera que permitieron el funcionamiento del molino a lo largo de los años han sido robadas. Dentro del edificio, en una posición similar a la original, solo queda un gran piedra de molino con su arbol de madera que, afortunadamente, todavía era recuperable.

Algunos eventos de interés turístico permiten visitar el interior del edificio.

Castillo de Chenal

Castillos y torres  -  Montjovet

El castillo fue construido no antes del siglo XIII y era de planta rectangular.
El castillo pertenecía a los señores de Montjovet y pasó a ser propiedad de los Challant tras el matrimonio de Ebalo el Grande con Alexie di Chenal. Así, las dos familias podían controlar quién pasaba por la carretera que comunicaba este castillo con el de Montjovet.
El castillo está actualmente en ruinas.

    0166/79131
    protocollo@comune.montjovet.ao.it

Castillo de Saint Germain

Castillos y torres  -  Montjovet

El castillo jugó un importante papel en la historia del Valle de Aosta.

Quedan pocas trazas de su aspecto original y su fecha de construcción no se conoce con exactitud.

Hacia finales del siglo XIII, los Saboya se convirtieron en sus propietarios, sustituyendo a la familia Montjovet. Como ya había sucedido con los Bard, también en este caso el pretexto fueron los abusos de Feidino de Montjovet contra los habitantes del valle y los viajeros. Tras ser cedido a la familia Challant, volvió a ser propiedad de los Saboya en 1438, cuando Amadeo VII instaló allí una guarnición que permaneció activa hasta 1661; en este momento, fue trasladada al fuerte de Bard, dejando el castillo de Montjovet en el abandono. Aún hoy su torre caracteriza el paisaje. Un portón prohíbe el acceso a la zona por riesgo de derrumbe.

    0166/79131
    protocollo@comune.montjovet.ao.it

Iglesia de San Rocco nel Borgo

Iglesias y santuarios  -  Montjovet

Es la iglesia más antigua de Montjovet y la más rica en valores histórico-artísticos, ya que durante al menos cinco siglos fue iglesia parroquial.

Está a la salida de la antigua capital, en un espolón que se precipita al Dora, bordeada por una calle que luego trepa la montaña. Hasta la construcción de la Mongiovetta (1771), era ésta la única calle transitable que conectaba el bajo valle con la cuenca de Saint Vincent y, por ende, con el resto de la región.
La construcción de la iglesia, dedicada en un principio a Santa María, pertenece a los siglos XI-XII. El edificio se reformó varias veces; por último se demolió y se hizo más grande y fue reconsagrado el 2 de mayo de 1700, cuando se dedicó a San Roque.

A la iglesia anterior pertenece el gracioso campanario, con aberturas de bíforas y cúspide hexagonal. El interior, en una única nave con bóvedas vaídas, conserva obras de valor. El altar mayor, del siglo XVII, presenta columnillas acanaladas clásicas, salomónicas y barrocas.
En el nicho central, debajo de la paloma, hay una estatua del siglo XV de la Virgen en el trono con el Niño; en los nichos laterales están las estatuas de San Grato (a la izquierda), obispo de Aosta y patrono de la diócesis, y de un santo Papa (a la derecha); en el fastigio, dentro del tímpano, un busto del Padre Eterno bendiciente.
A la izquierda del altar mayor se conserva un gran Crucifijo de madera, aplicado a una cruz revestida en lámina de hierro, atribuido al siglo XIV.
En las paredes que dividen la nave del presbiterio hay dos altares laterales (siglos XVI-XVII).
El de la izquierda está dedicado a San Nicola obispo y conserva estatuas del siglo XVI: San Nicola en el nicho central, San Santiago Mayor y un santo obispo desconocido en los laterales, San Antonio abad arriba, en el centro del tímpano. El de la derecha está dedicado a la Virgen del Rosario; hay un lienzo con la Virgen y los santos Domingo, Catalina de Siena, Antonio abad y Carlos Borromeo, rodeados de recuadros con los quince Misterios.
La separación entre la nave y el presbiterio está marcada, arriba, por la viga del arco triunfal, dominada por un Crucifijo (siglo XVII).
En el interior de la iglesia hay otros dos grandes lienzos pintados; uno representa el martirio de S. Sebastián (siglo XVII), el otro la Virgen con el Niño, entre los santos José y Antonio de Padua y tres ángeles que sostienen el sudario, un fresco de 1742 que representa a la Virgen de la Merced, y una cruz de procesión en cobre plateado del siglo XV, llena de símbolos, flores y representaciones de ángeles y santos.

    0166/579001

Iglesia de Santa Barbara e Sant'Eusebio

Iglesias y santuarios  -  Montjovet

De planta rectangular y de una sola nave, situada en la fracción de Plangerp. El altar mayor, de madera tallada y en parte dorada, es del siglo XVIII. En el lienzo están representados la Virgen y los santos Pedro y Eusebio. Los dos altares laterales, del siglo XVIII, están dedicados a San Leodegario y a Santa Bárbara.

    0166/579001

Iglesia parroquial Natività di S. Maria

Iglesias y santuarios  -  Montjovet

La historia de la parroquia de Montjovet es muy compleja. En la bula del papa Alejandro III del 20 de abril de 1176 se menciona, entre las iglesias dependientes del obispo de Aosta, la “ecclesia sancti Eusebii de Plubeio”, ubicada probablemente en la planicie de Montjovet. El topónimo Publey aparece también entre las etapas del viaje de Canterbury a Roma del abad Sigerico en el año 990 a lo largo de la vía “francigena”. Dos hospitales, fundados en el Burgo y en el pueblo de Plout, garantizaban la asistencia a los viajeros en el medioevo. No se conoce el punto preciso en que debía encontrarse la iglesia parroquial de S.Eusebio, probablemente destruida junto con muchas viviendas por un enorme derrumbe que en el siglo Xlll arrasó con la colina de Montjovet, modificando la topografía de la zona y el eje de circulación principal. La sede de la parroquia se trasladó al Burgo, cuya iglesia, dedicada a la Virgen, conserva aún hoy algunos elementos góticos. A comienzos del siglo XV se construyó una rectoría en honor a San Eusebio y a San Leodegario (Léger) cerca del Dora, en la localidad de Savi, pero también ésta fue destruida, junto con el cementerio, por una inundación en octubre de 1586. Hacia el año 1590 en la localidad de Plangerp se construyó otra rectoría, dedicada también a San Eusebio. Allí se celebraban las misas festivas y los funerales. La parroquia de Montjovet, originariamente administrada por sacerdotes diocesanos, fue cedida en 1433 a la prepositura de Saint-Gilles de Verrès, de la que dependió, entre numerosas controversias, hasta mediados del siglo XVIII, cuando pasó nuevamente a manos del obispo de Aosta. Durante cierto tiempo, cuando dependía de Saint-Gilles, el derecho de nominación del párroco perteneció a la familia de los nobles Challant.

La actual iglesia parroquial, bajo el título de la Natividad de María Virgen, construida en torno a 1830, fue consagrada el 3 de mayo de 1837. Es un edificio de planta rectangular de una sola nave, muy luminoso y con ábside circular. De la decoración interior, perteneciente al siglo pasado, el objeto de mayor valor es indudablemente el órgano, realizado por la empresa Carlo Vegezzi-Bossi (1897).
Fue reparado varias veces y sus condiciones originales se restablecieron con la restauración de 1990.
El campanario fue construido en 1832 a pocos metros de distancia de la iglesia, sobre un espolón de roca. En la celda del campanario, abierta por cuatro amplias monóforas, están colocadas cinco campanas, una de las cuales es de 1522 y proviene de la iglesia del Burgo. Desde la plaza adyacente se puede apreciar con una sola mirada el bello complejo formado por la iglesia, el campanario y la casa parroquial, construcción de la época napoleónica que también fue sede del municipio.

    0166/579001

La leyenda del molino de Arlaz

Referencias  -  Montjovet

Por las orillas del “rû” de Arlaz, un lugar que se decía que estaba embrujado, se levantaba un molino. El último molinero, un hombre solitario y taciturno, se creó mala fama por su brusco comportamiento y se difundieron extrañas habladurías sobre él. Por esta razón, la gente dejó de llevarle el grano para moler; además, nadie osaba adentrarse en las proximidades del molino tras la puesta de sol.

Un día de otoño, algunos obreros que volvían de Émarèse vieron a un hombre, muerto por estrangulación, con el cuelo apretado entre dos travesaños de la valla que recintaba el molino. El espacio entre un travesaño y el otro era bastante reducido y no se entendía cómo la cabeza del hombre pudo pasar por allí. Enseguida corrió la voz de que fue obra del molinero.

Desde entonces, la mala fama del lugar aumentó. Todavía en la actualidad se dice que el alma del molinero vaga por estos lugares sin encontrar la paz.