Naturaleza: Arnad, Hône, Pontboset, Verrès, ** Valle d'Aosta **

El Parque del Mont Avic, primer parque natural valdostano, tutela desde 1989 los recursos naturales del alto valle del arroyo Chalamy, en el ayuntamiento de Champdepraz y, desde 2003, el valle de Dondena en el territorio de Champorcher.
El área protegida se caracteriza por un paisaje extremamente sugerente y por ambientes que apenas han sufrido los efectos de la actividad del hombre.

A través de los itinerarios que discurren por el interior del área protegida, se puede entrar en contacto con aspectos naturales particularmente interesantes y variados: formaciones geológicas ásperas y características; especies de flores endémicas de los Alpes y asociaciones vegetales peculiares vinculadas al sustrato de las piedras verdes; el mayor bosque de pino mugo de la región; algunas decenas de espejos de agua, pantanos y turberas sin igual, por su número y su extensión, en el Valle de Aosta; una fauna que incluye todos los animales más conocidos de hábitat alpino que se pueden encontrar en la región.

A lo largo de la red de senderismo del Parque, se pueden realizar excursiones en cualquier estación del año. Desde noviembre a mayo, los itinerarios suelen estar cubiertos de nieve en buena parte y solo son aconsejables para las personas expertas y con el equipamiento adecuado. Algunos senderos se pueden recorrer a caballo o en bicicleta de montaña.

El puerto de Joux (1.640 m) es un paso boscoso que une Saint-Vincent con el municipio de Brusson, y constituye, pues, una sugerente vía alternativa a la carretera que sube desde Verrès para llegar al Val d’Ayas.
El recorrido pasa junto a poblaciones típicas y atraviesa bosques llenos de encanto, ofreciendo a la vista paisajes increíbles del valle central y del Val d’Ayas.
La palabra Joux se puede vincular a una voz prerromana cuyo significado es altura boscosa, aunque existe también la teoría de que corresponde al latino Jugum, cumbre, y, por lo tanto, puerto.
El puerto de Joux alberga también el último tramo en Ayas del Ru Courtod, canal de regadío procedente del glaciar de Ventina construido en el siglo XIV.
Del puerto parten diversos itinerarios de excursionismo de diversa dificultad, por ejemplo, hacia la Testa Comagna o el puerto Tzecore, pero también se puede pasear agradablemente por el camino llano hacia Sommarèse, o hacia la población de Pallu, con su laguna artificial.

El arboreto se halla a la izquierda orográfica del torrente Évançon, en la entrada del Valle d’Ayas. Puede llegarse a pie desde Verrès, donde conviene dejar el automóvil, subiendo un breve tramo de la carretera regional del Val d’Ayas.

En sus dos entradas se han colocado sendos paneles con la descripción de la zona, que comprende nueve plazoletas panorámicas, equipadas con bancos y cestos para recogida de basuras. El paisaje visible desde este lugar es extraordinariamente amplio: a la izquierda el castillo de Verrès, levantado en la segunda mitad del S.XIV; a nordeste, el Val d’Ayas; al noroeste se recorta la majestuosa cruz de hierro construida sobre el monte Saint-Gilles (en agradecimiento por la incolumidad del pueblo durante los bombardeos de la segunda guerra mundial); a sudoeste y sudeste, la gran llanura de Verrès y poco más allá el castillo de Issogne.

La variada vegetación puede reconocerse gracias a los carteles que indican su nombre botánico, además del los nombres en italiano y francés. Se encuentran, además de las especies autóctonas típicas de este ambiente xerófilo, como el roble pubescente, el cornejo, el espino albar, el olmo, el almez, la robinia, etc., especies más exigentes como el cerezo, el fresno, el castaño, el peral, el tilo, además de algunas manifestaciones botánicas que son auténticas rarezas espontáneas en este tipo de contexto: nispolero, rusco, laurel y bonetero.
También se aprecia diversificación en la flora herbácea y arbustiva: encontramos las típicas especies de los ambientes muy secos y cálidos, como la saponaria, la silene musgo, el escaramujo, la clemátide, los lirios silvestres y otras más exigentes como la violeta, la fresa y la hiedra.

Los habitantes de Verrès llaman a este lugar, en lengua patois “Borna di Laou” o, en piamontés, “Tampa del luf”, ya que, según parece, en la zona tuvo su madriguera un lobo hasta fines del siglo XIX.