TRADICIONES WALSER
Anchas terrazas de madera, amplio voladizo…. y flores, muchísimas, en las ventanas y en los balcones. Si ve casas con estas características a los lados de la carretera, se encuentra en “territorio Walser”. Pero la estructura de las viviendas no es la única particularidad de la parte alta del valle de Gressoney. Existe también un dialecto peculiar, distinto del patois usado por la mayor parte de los habitantes del Valle de Aosta: se trata del titsch, un idioma de raíz germánica. La población Walser, en efecto, procede del Vallese, de donde emigró entre los siglos XII y XIII, asentándose aquí y en el vecino valle d’Ayas. El primer pueblo walser que se encuentra al llegar al valle es Issime, de origen antiquísimo.
EL CASTILLO DE SABOYA
Doble parada en Gressoney-Saint-Jean. La primera, el Castel Savoia, que verá en el pinar de su izquierda. Ordenó su construcción la reina Margarita, apasionada alpinista, a finales del siglo XIX, sobre una terraza con vistas panorámicas desde donde se disfruta una fantástica vista sobre todo el valle hasta el glaciar del Lyskam. La segunda parada, se puede realizar en el lago Gover para dar un relajante paseo.
MONTE ROSA
Continúe hacia Gressoney-La-Trinité a través de pueblos, pastos y bosques walser. El Monte Rosa os espera majestuoso al final del itinerario.