Situado en el corazón de la ladera de Saint-Vincent.

La construcción del santuario fue idea en 1720 del sacerdote Pierre Bréan, vicepárroco del pueblo de 1705 a 1713, muy devoto de la Virgen. Con un acuerdo estipulado en 1725, los habitantes de Grun y Valmignana se comprometieron a donar el terreno y los materiales necesarios, mientras que el reverendo Bréan se comprometió a pagar las obras y decorar la capilla. El templo se finalizó en 1727; entre los participantes de la fiesta de inauguración estuvo el abad Jean-Baptiste Perret, que en 1770 descubrirá la fuente de agua termal.
El santuario pronto se convirtió en lugar de peregrinación y fueron cada vez más numerosos los exvotos llevados por los fieles que habían pedido una gracia de cura o de conversión.

La iglesia fue ampliada en 1864 y tiene una nave, un coro, una sacristía y un pequeño coro. En las paredes junto al Vía Crucis hay muchísimos exvotos; en el altar de mampostería, entre cuatro columnas, había una gran pintura de María que fue robada en 1992. En una repisa hay una estatua de la Virgen, de madera de nogal, donación de un devoto.
En el exterior, la entrada, que está más hacia dentro que la albañilería, forma un portal. Cabe destacar el fresco realizado por Mus, que representa a la Virgen recibiendo a los peregrinos con los brazos abiertos.

Antiguamente eran varias las procesiones del burgo de Saint-Vincent al santuario de Grun; recordamos en especial la de finales del mes de mayo y la procesión “de la lluvia”, que se hace para pedir la gracia de la lluvia o de su cese.