En el medioevo el edificio estaba adosado a la fachada del castillo, pero con ocasión de una visita pastoral en 1528, el obispo se puso de acuerdo con Renato de Challant y dio orden de construir la iglesia en otro lugar. Para comenzar las obras hubo que esperar dos siglos, y la nueva iglesia vio la luz sólo en 1736. El campanario de la iglesia más antigua se convirtió en torre angular del castillo.
La fachada de la iglesia es de estilo neoclásico, con columnas de sección cuadrada adosadas a la albañilería y un tímpano triangular en la parte superior. El interior está decorado con frescos modernos de Luciano Bartoli (1972). En el fondo de la iglesia hay una gran campana de 1389, una de las más antiguas que se conocen en nuestra región.