Iglesia Sainte-Marie-Magdeleine
Localidades: Gressan
Verano 2024
Abierto de 15:30 a 18:30 horas los días siguientes:
- Jueves 18 y 25 de julio
- Jueves 1 - 8 -22 y 29 de agosto
Lunes 22 de julio Santa Misa a las 20:00 horas para el Patrono
Contactos
La iglesia Sainte-Marie-Magdeleine, mejor conocida como la Capilla de la Madeleine, fue construida en el siglo XII. Del siglo XIV al XVI la parroquia experimentó su auge cultural y político. En aquellos siglos fue muy importante la presencia de los nobles La Tour de Villa, quienes, gracias a su prestigio y poder, hicieron reconstruir la iglesia enriqueciéndola con nuevos frescos. En 1786 la parroquia dejó de existir como tal y se unió a la parroquia de Santo Stefano; desde aquel momento se relegó al rango de capilla.
La iglesia está constituida por un ábside y un campanario en puro estilo románico del siglo XII, sostenido por un característico espolón que entró a formar parte del conjunto hace al menos dos siglos, mientras que la nave se alargó en 1460. La fachada de la iglesia, sobre el lado oeste del edificio, totalmente pintada al fresco, representa: la misa de San Gregorio, con la aparición de Cristo, que con la sangre que pierde al costado llena el cáliz en el altar; San Jorge combatiendo con el dragón; el majestuoso San Cristóbal que está por cruzar un curso de agua y lleva en los hombros al Niño Jesús; abajo a la derecha, las figuras de Santa Marta, Santa María Magdalena y San Lázaro. Estas pinturas se han atribuido al pintor Giacomino de Ivrea y tienen fecha del año 1463.
Los frescos del ábside y del intradós, atribuidos también a Giacomino de Ivrea, estuvieron ocultados por un enlucido de cal y cemento hasta 1938, cuando se descubrieron. La bóveda del ábside está ocupada totalmente por la representación de Cristo bendiciente, rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas. Sobre las paredes perimétricas del ábside están representados los doce apóstoles y en el intradós que divide el coro de la nave está pintada al fresco en catorce recuadros la historia de Santa María Magdalena. Boniface de La Tour fue el generoso mecenas de estas obras de arte.
Pertenecen a la iglesia pero ahora están expuestos en el museo del tesoro de la catedral de Aosta: un magnífico crucifijo del siglo XII, enchapado en oro, con Cristo coronado en relieve, decorado con piedras preciosas y esmaltes; una estatua polícroma de la Virgen Mater felicis partus del siglo XVII; un gran crucifijo en madera tallada y pintada del siglo XVI.
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