Vía ferrata Gorbeillon
Localidad: Valtournenche
Se trata de un hermoso recorrido verdaderamente fascinante que presenta tramos aéreos, buena roca, óptimas escalinatas, una hermosa vista, un puente tibetano suspendido, algunos pasos atléticos y un hermoso bosque. ¿Qué más se le puede pedir a una vía ferrata?
Información técnica
Cómo llegar
Desde la estación de peaje de Châtillon, tomar la SS406 para Cervinia hasta Valtournenche. Entrar en la aldea y dejar atrás la iglesia y la comisaría de los carabineros continuando hasta la carretera de bajada, a la izquierda, en dirección a Crepin, que lleva al aparcamiento que está junto al puente del arroyo Marmore.
Descripción del recorrido
Desde el aparcamiento, cruzar la carretera y tomar el sendero que se dirige a la ferrata y el ref. Barmasse (carteles indicadores). Subir por el sendero y, unos quince minutos más tarde, se llegará a una bifurcación junto a un pedregal. Tomar un desvío rápido (indicación “via ferrata”) que llega poco después a la confluencia, a la izquierda. (A la derecha se puede ver el sencillo recorrido equipado de bajada). Cruzar hacia la izquierda hasta llegar a la hermosa pared del espolón que hay que subir hasta una serie de graciosas placas apoyadas, con una cómoda escalera. Después se suceden breves muros más escarpados hasta llegar a un diedro y, a continuación, a un paso hacia la derecha que lleva a un puente tibetano, corto pero suspendido.
El paso de entrada en el puente, de unos 2 m, es muy intenso. Para franquearlo, solo es necesario poseer una buena técnica de escalada o fuerza en los brazos. Después del puente, hay que continuar por una pared que se puede subir fácilmente hasta la cima del espolón.
Continuar por el sendero, que recorre algunos breves y graciosos tramos en el bosque que lleva a la bifurcación de bajada. Continuar después a la derecha por un sendero lleno de curvas, casi siempre equipado con cables, muy útiles en caso de que llueva. Hay otra bifurcación de bajada. La vía ferrata continúa por la derecha, mientras que a la izquierda hay una variante más simple. Ambos trazados se unen para llevar al pedregal y, desde allí, al sendero ya recorrido a la ida.