Descripción del recorrido

Nada más salir de Fontainemore, un antiguo camino de herradura lleva al “Gouffre de Guillemore”, un profundísimo cañón excavado en la roca del arroyo Lys, que se precipita con un sugerente salto.

El cañón de Guillemore combina un paisaje espectacular con una fuerte vinculación con la tradición. La localidad fue lugar de paso obligado durante varios siglos: la garganta determinaba el punto de unión entre los dos caminos de herradura que remontaban el valle del Lys desde la derecha y la izquierda orográficas respectivamente.

Subiendo por el barranco y también desde la carretera regional, se pueden observar las rocas alisadas por el glacial; también son todavía visibles varias “marmitas de los gigantes”, unas formas características modeladas por la acción trepanadora del arroyo subglacial cargado de detritos. En el lado derecho hidrográfico hay una pequeña marmita perfectamente esférica; se puede distinguir fácilmente porque a menudo se acumula allí el agua.