Ondre Perletoa - Albezò – Léschelbalmò
Localidad: Gressoney-Saint-Jean
Hermoso itinerario de dificultad media que permite llegar a dos de los pueblos más emblemáticos a gran altitud del Valle de Gressoney, que ofrecen espectaculares vistas sobre el valle y sobre el macizo del Monte Rosa.
Información técnica
Descripción del recorrido
Desde el aparcamiento situado en la carretera regional 44 en la localidad Ondre Perletoa (unos cientos de metros después del pueblo de Tschemenoal, subiendo), se encuentra el inicio de esta ruta indicada como la sendero número 6. Desde el principio, el amplio camino de herradura se presenta empinado y mantendrá una pendiente pronunciada hasta Alpenzu Grande - Gròssalbezò (1779 m), lo que hará que superemos rápidamente casi todo el desnivel de la excursión entera. Esta primera parte la disfrutaremos a la sombra de un alto bosque al permanecer a la derecha de las cascadas y siguiendo una larga serie de curvas hasta llegar al pueblo. Durante el ascenso encontraremos algunos hermosos ejemplares de alerces centenarios. Una vez llegados al hermoso pueblo de Alpenzu Grande, donde encontraremos el Refugio Alpenzu y donde es posible detenerse, se continúa por un agradable camino, relativamente llano, a lo largo del margen orográfico derecho del Valle Gressoney en dirección al Macizo del Monte Rosa. Tenga cuidado a la salida del pueblo para no equivocarse de ruta. Se debe tomar el camino GSW en la bifurcación justo encima del arce monumental, cerca de una gran roca. El sendero recorre la ladera de la montaña pasando cerca de los pastos de montaña de Schérfò (1780 m) y Schérfòròng (1814 m), tras lo cual alcanza la cota más alta del itinerario para después comenzar a descender y atravesar, entre las grandes praderas de la vertiente, las casas de Hòbelté (1800 m) y para llegar inmediatamente después a Alpenzu Piccolo - Léckalbezò (1806 m), otro espléndido ejemplo de un asentamiento tradicional en el valle de Gressoney. Al salir de la población, el sendero continúa en terreno llano, entra en un bosque de alerces y en un último tramo caracterizado por curvas empinadas y cerradas llega a la carretera regional núm. 44 a la altura de la bifurcación para Léschelbalmò, que marca el final del itinerario.