La Magdeleine
A 1644 metros de altura, es una risueña localidad situada en la orilla orográfica izquierda del arroyo Marmore, en el valle medio del Cervino.
La Magdeleine es un interesante ejemplo de organización urbanística de montaña. Es un conjunto de cinco pequeñas pedanías (“hameaux”) construidas en arquitectura de madera, simple y armoniosa, a medida del hombre y de la naturaleza.
Uno de los más característicos e interesantes ejemplos de asentamientos montañeses en el Valle de Aosta es el centro histórico de la pedanía de Vieu, por la disposición de las construcciones y su estructuración a medida del hombre y de las necesidades del trabajo de aquellos tiempos.
Uno de los aspectos menos conocidos de este país es la presencia de ocho molinos, alimentados por las aguas de un pequeño arroyo, cuyo origen puede reconducirse al siglo XVIII.
En el territorio del municipio existen hornos y capillas: en la pedanía de Messelod se puede ver una notable capilla que data del siglo XVII, dedicada a San Roque.
Utensilios de tipo paleontológico, encontrados a más de 2000 metros de altura en las faldas del Monte Tantané, hacen suponer que el sitio ya contaba con presencia humana durante la primera Edad del Hierro.
En la Edad Media, La Magdeleine formaba parte del señorío de Cly y estaba vinculada económicamente a Châtillon.
La Magdeleine es base de lanzamiento para vuelos con parapente; es punto de partida para quien se dirige a Chamois recorriendo la carretera panorámica por entre pinares. Desde aquí, además, se pueden realizar excursiones en mountain bike, paseos no excesivamente exigentes en los bosques de los alrededores y trekking en el monte Zerbion y el monte Tantané.
La Magdeleine es una pequeña estación de esquí dotada de fáciles pistas de descenso, una pistas de esquí nórdico y de excursiones y un fantástico Snow-Park para los niños.
Los especialistas de esquí-alpinismo se dirigen al Monte Zerbion, el Tantané y el Col Portola.
INFORMACIÓN ÚTIL
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