Cuenta la leyenda que Napoleón, en mayo de 1800, se encontró casualmente con el comandante austríaco De-Breux, para negociar el paso de las tropas francesas desde el Fuerte de Bard. Napoleón entretuvo con astucia al oficial austríaco hasta la llegada de sus militares, cuando declaró: “Señor, hasta ahora yo he sido vuestro prisionero, ahora sois el mío”, indicó, en un manantial a pocos metros del cerro.
Sin duda, el paso de Napoleón por el Valle de Aosta ha estimulado la imaginación popular a lo largo de los años. De hecho, la investigación histórica no ha encontrado confirmación de este episodio, mientras que hay evidencia del tránsito de Bonaparte a través de Etroubles, Aosta y Châtillon.