El pueblo de Les Combes domina el municipio de Arvier, aunque forma parte del municipio de Introd. Surge en un claro en suave pendiente, dedicado a la ganadería, a los pastizales y al cultivo de trigo y heno.
La arquitectura tradicional de Les Combes usa sobre todo la piedra, y está formada por grandes viviendas cuya evolución se despliega desde la baja Edad Media hasta el siglo XIX. Unas construcciones macizas de piedra del siglo XV se conservan en el centro de pueblo, junto con algunos graneros de madera.
Algunos edificios rurales exhiben aleros sostenidos por columnas circulares de piedra. Estas columnas, símbolo de poder, dan testimonio de que en estas moradas de aspecto rural vivieron un juez, un castellano y un notario. Fueron erigidas por constructores expertos, principalmente del valle del Lys, de Gaby e Issime, cunas de emigrantes estacionales especialistas en el trabajo de la piedra del siglo XVI al XIX. Este elemento arquitectónico de las columnas cirulares se debe al prestigio del poder señorial del Castillo de Introd, “la Ola”, cuyo aspecto poderoso influenció los maestros constructores que edificaron viviendas rurales en los municipios circunstantes, en el valle de Rhêmes y, esporádicamente, en todo el Valle de Aosta y en la cercana Tarantasia saboyana.
Cerca de Les Combes, en el pueblo de Villes-dessus de Introd, merece un desvío la “casa Bruil”. Desde el siglo XVII hasta el XX este edificio perteneció a las familias Buillet y Bruil, que lo adaptaron hasta obtener una gran vivienda multifunción, con patio interno cubierto y fachada de tres columnas circulares de 1680, hoy englobados por una estructura de 1856. Esta casa aloja una exposición sobre la alimentación en la montaña.