El puente-acueducto romano de Pont d'Ael
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Cerca de la pedanía de Pont d’Ael, a la derecha de la carretera que sube desde Aymavilles a Cogne, se encuentra un puente-acueducto construido en época romana sobre el torrente Grand-Eyvia. Se trata de una grandiosa obra de mampostería y bloques de piedra labrada, que mesura unos 56 metros de altura y más de 50 de largo.
El monumento tenía una doble función de puente y acueducto y se presenta, de hecho, dividido en dos niveles: un conducto superior pavimentado por el paso del agua, y un pasaje en la parte inferior, de alrededor un metro de ancho, que permitía el tránsito de personas y animales.
Una inscripción puesta sobre el lado norte permite la datación de la construcción al año 3 a.C. , por iniciativa privada de Caius Avillius Caimus, originario de Patavium (Padua): exponente de una gens acaudalada, poseía todos los recursos para invertir en la actividad minera que permitía de extraer de las canteras locales el mármol “bardiglio”, largamente utilizado en los monumentos públicos y privados de la ciudad romana de Aosta. El puente-acueducto era entonces de importancia fundamental para traer el agua necesaria a la extracción y elaboración del mármol de las canteras de la pedanía de Pesse, en la municipalidad de Aymavilles .
Los recientes trabajos de investigación, restauración y valorización del sitio de Pont d’Ael han consistido en una serie de excavaciones arqueológicas en el camino superior, en la completa restauración del puente-acueducto, en la creación de un recorrido de visita guiada y incluso en la recuperación de un edificio adyacente destinado a convertirse en el Centro de interpretación del sitio.
El proyecto de valorización ha permitido la reconstitución de la ruta original consintiendo a los visitantes, después de haber pasado a través del conducto superior, de entrar en el pasaje peatonal desde la margen izquierda y de subir en la margen derecha, donde se ha reproducido, excavandola en la roca natural, la antigua calzada romana de servicio, hoy en día parcialmente destruida por causa de la friabilidad de la roca local.