El castillo de La Mothe domina el pueblo desde lo alto de una colina.
Por desgracia, solo ha quedado en pie la torre cuadrada, aunque todavía resultan visibles los restos de una torre redonda y de la muralla.
Por el aspecto actual, la construcción del castillo se puede datar entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, con importantes remodelaciones en el siglo XV; el edificio aparece citado por primera vez en 1287, con ocasión del homenaje feudal que Aimone de Arverio tributó al conde de Saboya. Según la tradición narrada por el historiador del siglo XVIII Jean-Baptiste De Tillier, el noble gentilhombre de Saboya Aimar de la Mothe llegó al Valle de Aosta hacia finales del siglo XIII y se casó con la heredera de los nobles De Arverio, adquiriendo así la propiedad del castillo, que después hizo restaurar y bautizó con su nombre.