Descripción del recorrido

 En Saint-Nicolas, aparque la moto y dé un pequeño paseo hasta mirador, sugerente terraza a pico sobre el valle central: la vista abarca de Aosta a Arvier, entre viñedos y campos cultivados; alzando la vista, parecen poderse tocar los hielos de la Grivola y del Rutor, y, de frente, se abren hasta cuatro valles, el de Cogne, el de Valsavarenche, el de Rhêmes y el de Valgrisenche. Una localización extraordinaria que hace de Saint-Nicolas un centro turístico particularmente apreciado. Una curiosidad: ésta es la patria chica del abad Cerlogne, el primer codificador de la lengua del Valle de Aosta; no es casual, pues, que hoy albergue el Centro de Estudios “René Willien”, cuya tarea es la defensa y la difusión del dialecto local.