Descripción del recorrido
El cañón de Introd, de unos cien metros de profundidad, se hunde en el escalón de confluencia de los valles de Rhêmes y Savara y se puede ver desde el puente de la carretera regional que atraviesa el pueblo. El puente, construido durante la Primera Guerra Mundial, es una auténtica obra maestra arquitectónica. Para realizar el enorme armazón de madera, de 8 metros de ancho y 34 de largo, se utilizaron troncos de árboles enteros.