Este traje era el vestido cotidiano, sobre todo el femenino, al menos hasta la segunda guerra mundial, mientras ahora se exhibe sólo con ocasión de fiestas y eventos, además de los espectáculos del grupo folclórico local.

El traje femenino, del que no se encuentran analogías en otros pueblos valdostanos (si acaso en Val Soana, en Piamonte), se caracteriza por una falda negra de un paño pesado y áspero que antaño se tejía en el pueblo, ancha, de cintura alta, abultada por detrás y cubierta por delante con un mandil de tela negra brillante, doblado hacia arriba, que continúa sobre el pecho. La camisa blanca va en contraste con este conjunto severo, embellecida con un cuello almidonado y plisado de encaje, hecho de bolillos por las mujeres de Cogne. Alrededor del cuello corren varias vueltas de perlitas de vidrio dispuestas en secuencias cromáticas de las que cuelga una cruz.

El traje masculino está constituido por un jersey de lana blanca abierto por delante, con bordes rojos y verdes y pompones del mismo color sobre una camisa blanca, además de pantalones y chaleco negro.
Los dos trajes, con el negro, el blanco, el rojo y el verde (el de mujer lleva también cintas rojas y verdes) constituyen un conjunto cromático muy bonito.