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Situado en la localidad de Chevrère, en el pueblo de Covarey, el centro de visitantes del Parque Regional del Mont Avic cuenta con:

- un punto de información donde podrá ver películas y fotografías dedicadas al Parque en un gran video-wall, obtener información detallada y material sobre el Mont Avic y sobre toda la red de áreas protegidas alpinas, consultar publicaciones naturalistas;

- un museo de historia natural que describe los ambientes rocosos, las zonas húmedas y los bosques del Parque, promoviendo la implicación del visitante con sus sistemas interactivos;

- una sala polivalente en la que se pueden desarrollar actividades didácticas, proyecciones, conferencias y exposiciones temporales;

- una maqueta de escala 1:5000, situada en el área verde, que reproduce fielmente el Parque y sus alrededores.

Durante las horas o días de cierre del punto informativo, un distribuidor externo permite obtener obras informativas y folletos.

En el interior del Centro se puede adquirir a un precio de 5,00 € el mapa del Parque Mont Avic en escala de 1:25.000, con información útil para los excursionistas –en idioma italiano, francés e inglés- y con la ayuda de dos suplementos cartográficos simplificados.

Descubre el alma minera de Champdepraz y viaja al pasado, a los siglos XVIII y XIX, cuando la minería era la fuerza vital de este valle.
El museo no solo cuenta una historia: te sumerge por completo en ella. Potentes imágenes, vídeos envolventes y reconstrucciones impactantes hacen revivir aquella época.

Mientras recorres las salas, cada panel se convierte en una ventana al pasado, y las reconstrucciones fieles – como la sección de un auténtico horno de carbón vegetal – te hacen sentir la atmósfera real de las minas. Una galería, diseñada como un túnel subterráneo, alberga nichos con muestras de minerales y reproduce los sonidos del trabajo minero y las voces de los mineros.

Sigue el trayecto del material extraído, imagínalo bajando por el valle en trineo o por teleférico, y contempla cómo se transforma hasta convertirse en producto acabado.

El museo se encuentra en la capilla del cementerio de Antagnod (finales del siglo XV), cerca de la iglesia parroquial de San Martín.
En la capilla, que servía de sede a distintas cofradías existentes en la parroquia, había un lienzo perteneciente a la confraternidad de la Santísima Trinidad, hoy expuesto en la cercana iglesia parroquial.
Sobre la fachada de la capilla del cementerio hay una estatua de la Virgen del Rosario y una gran cruz con símbolos de los instrumentos de tortura empleados en la pasión de Jesús.

Obras expuestas:

- Altar de la capilla (mediados del siglo XVII), que reproduce la figura de un edificio eclesiástico, obra de un escultor valsesiano.

- Varias estatuas de la Virgen, de santos y de ángeles.

- Pares de bustos relicarios (siglo XVIII) de madera tallada, pintados y dorados.

- Algunas casullas (paramentos para la celebración de la Santa Misa).

- Varias cruces de procesión (montadas sobre un asta de madera para encabezar las procesiones).

- Varios objetos de uso litúrgico (cálices, ostensorios, cartaglorias).

- Imagen de la “Virgen de Barmasc” en cartón pintado.

En la iglesia parroquial de Antagnod se halló una Virgen de Oropa (Virgen Negra), debajo de cuyos restos se ocultaba una Vierge ouvrante (Madonna con ataúd) de la segunda mitad del siglo XIV. El negro de la piel y el vestido blanco y dorado de Notre-Dame de Antagnod celaban la verdadera entidad de la estatua de madera: una Virgen-cofre, la única hallada en el Valle de Aosta, que se abre y en su interior contiene una Trinidad. Notre-Dame de Antagnod, que en los documentos antiguos se define como “milagrosa”, revela en su interior un Dios Padre que sostiene un crucifijo con los brazos en alto sobre la cabeza, y la crudeza de la sangre pintada sobre el cuerpo agonizante. Sobre las puertitas abiertas, dos ángeles sostienen el Evangelio y se inclinan ante la Trinidad. La hipótesis de que la estatua fue venerada como milagrosa se confirma en algunas fuentes que narran que Jeanne Boch llevó a su niño, que nació muerto, para pedir que se le abrieran las puertas del Paraíso. Lo confesó ella misma en el proceso de brujería de 1561. En todo el mundo hay sólo unas cuarenta Vierges ouvrantes que sobrevivieron a la condena eclesiástica de 1745, debida a razones teológicas (en la Virgen María se encarnó sólo Cristo, y no toda la Trinidad).

La estructura
El centro de visitantes del Parque Natural Mont Avic ha sido levantado recuperando “Villa Biamonti”, un edificio construido los primeros años del siglo XX para servir como hospedaje turístico. La recuperación ha conservado los elementos más sólidos y característicos del edificio, reinterpretando en términos contemporáneos algunos aspectos particulares como el uso de la madera en espacios interiores. La estructura ha sido diseñada con criterios antisísmicos, disponiendo el uso de materiales de bajo impacto ambiental, así como el respeto máximo a los parámetros correspondientes al rendimiento energético y al uso racional de fuentes renovables.

La visita
En la planta baja se encuentra la oficina de información y una pequeña sala de recibo.
La parte expositiva, complementaria al Centro de visitantes presente en la localidad de Covarey en Champdepraz, ha sido diseñada prestando atención a la participación activa de los visitantes y describe los aspectos geológicos, morfológicos y biológicos de los ambientes de gran altura del Parque.
En el primer piso se encuentran descritas las más interesantes características geológicas y morfológicas del cañón de Dondena, empleando una variada serie de imágenes fotográficas, reportes, modelos dinámicos y una maqueta donde se proyectan mapas temáticos.
Finalmente, en el segundo piso se ilustra la flora, vegetación, fauna y las actividades de pastoreo. Las presentaciones que tratan sobre los pequeños y grandes depredadores son especialmente originales, utilizando modelos y reportes en una óptica inusual.

En el interior del Centro se puede adquirir a un precio de 5,00 € el mapa del Parque Mont Avic en escala de 1:25.000, con información útil para los excursionistas –en idioma italiano, francés e inglés- y con la ayuda de dos suplementos cartográficos simplificados.

Esta iglesia parroquial es fruto de la reconstrucción de una iglesia anterior (de 1532, probablemente construida a su vez sobre otra más antigua), realizada en 1728 por el arquitecto valsesiano Jean Fer (o Ferro), y de posteriores añadidos y transformaciones: la realización del altar mayor de 1741 (obra de otro artista de Valsesia, Giovanni Battista Gilardi) y de los altares laterales (tres de ellos realizados por un artesano de Val d’Ayas, Claude-Maurice Freydoz) entre 1864 y 1868 fue simultánea a la realización de las dos naves. La iglesia original, presumiblemente del siglo XIV, pareciera coincidir, al menos en la parte del coro, con la capilla del castillo de los Bard.

Los altares, de estilo barroco, realizados en madera tallada, pintada y parcialmente dorada, presentan estatuas de santos entre las que destaca, en el centro del altar mayor, la de San Nicolás, patrono de la parroquia; en torno a los nichos de los santos hay numerosas columnas salomónicas y estatuas de querubines.

En el fondo de la iglesia, en la nave izquierda, se ha realizado un museo parroquial con las estatuas de las capillas de las fracciones para salvarlas de los numerosos robos que a lo largo de los años han reducido notablemente el patrimonio artístico y sacro de la parroquia.

El museo es situado en el interior de un antiguo edificio del centro del pueblo de Chardonney, donde también se encuentra la sede de la Cooperativa “Lo Dzeut”.

En el museo se puede admirar una antigua establo, memoria histórica y único ejemplo que se conserva hoy en Champorcher. Se pueden contemplar un antiguo telar manual de madera y un urdidor.
Las intervenciones de conservación realizadas en los locales, entre los que figuran una bodega (“crotta”), una cocina rústica (“meison”) y un establo (“boi”) han sido de naturaleza variada, pero siempre respetuosos con el edificio, con el mobiliario y la decoración, teniendo en cuenta su historia y su uso.
El telar ha sido reestructurado y reequilibrado para funcionar perfectamente y utilizarlo para realizar demostraciones.
Se ha realizado también un dispositivo de iluminación de fibra óptica que contribuye a recrear la atmósfera de semioscuridad en la que hombres y animales convivían en invierno.

En Champorcher, tejer el cáñamo era una importante actividad. Este tipo de labor fue practicado por casi todas las familias hasta finales de los años 50 aproximadamente.
La materia prima usada provenía de los pueblos de Arnad y Donnas o se adquiría en el Canavese.
El telar era muy sencillo y no sufrió modificaciones con el tiempo. Estaba construido en madera de alerce con mallas de cuerda y el tejedor todavía realiza el particular lanzamiento manual de la lanzadera. Se conserva un ejemplar de telar en el museo del pueblo de Chardonney.
En las casas tradicionales, el telar estaba situado en la esquina cercana a la ventana, en el establo, para aprovechar bien el poco espacio disponible. Normalmente, se tejía durante las veladas invernales y en primavera se realizaba la colada de la tela nueva. La colada era casi un rito y culminaba con la exposición de la tela a lo largo de la carretera, donde podía ser admirada y valorada por la comunidad.
En la sede de la muestra, se pueden adquirir artículos de cáñamo.

Reserva y compra de entradas online

El castillo
Fue construido en los primeros años del 1900, bajo la dirección del ingeniero Carlo Saroldi y por encargo de Charles Maurice Gamba, marido de Angélique d‘Entrèves, hija del conde Christin d‘Entrèves. Desde 1982 forma parte de la propiedad de la Región autónoma del Valle de Aosta.

La colección de arte moderna y contemporánea
Tras una compleja intervención de restauración, el castillo acoge hoy un recorrido expositivo desarrollado en 13 salas, donde se exponen más de 150 obras entre pinturas, esculturas, instalaciones, colecciones gráficas y fotográficas pertenecientes a una colección regional que abarca desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
Junto a las obras de los maestros del 1900, entre las que se encuentran esculturas de Martini, Mastroianni, Manzù, Arnaldo y Giò Pomodoro y pinturas de Casorati, De Pisis, Carrà, Guttuso, la colección documenta la producción figurativa italiana de la segunda mitad de siglo, presentando exponentes contemporáneos como Schifano, Baruchello, Rama, Mainolfi.
Una amplia y variada selección de obras da testimonio, además, de los movimientos que han animado la escena artística italiana durante los últimos 25 años: está representado, por ejemplo, el Informalismo, el arte abstracto geométrico, la Transvanguardia y el Arte Pop. A través de la actividad de artistas locales o activos en el Valle por pedido regional, el territorio del Valle de Aosta ha adquirido particular importancia.

Ya sea para aprender o por entretenimiento, el castillo ofrece una serie de servicios pensados para acercar a los distintos grupos de visitantes (familias, adultos, escuelas, niños, jóvenes) al arte moderna y contemporánea, a través de actividades de taller, visitas guiadas y eventos.

El parque
El castillo está rodeado por un parque inglés, el cual se extiende sobre una superficie total de 54.000 metros cuadrados donde viven aproximadamente 150 arboles de especies diferentes. En su interior se encuentran tres árboles monumentales; la Secuoya gigante de California, el Ciprés calvo y la Acacia de tres espinas.

Llegar

Desde Aosta en transporte público:

Bus 110 – Aosta – Pont-Saint-Martin, operativo todos los días, parada “Châtillon – Chameran Bivio”. Horarios disponibles en el sitio aosta.arriva.it. Continuar a pie hacia el castillo por unos 10 minutos.

Se pueden comprar los billetes de los buses a las taquillas autorizadas o directamente en el bus, sin costes adicionales. Se puede pagar tanto en efectivo como con tarjeta.

Si bien según la tradición la fundación es muy antigua nada menos que de la época del paso de San Pedro por este lugar en su misión de evangelización de las Galias, está documentada sólo a partir del siglo XII.
De la arquitectura original ha quedado muy poco.
La parroquia actual fue inaugurada en 1905.

En el interior se puede visitar un pequeño museo de arte sacro, ubicado en el lado izquierdo del presbiterio, con algunos objetos litúrgicos preciosos y se pueden apreciar algunas pinturas realizadas entre 1904 y 1905 por los pintores Artari de Verrès.

El Museo de la Miel de Châtillon se encuentra en la planta baja del antiguo Hotel Londres, con vista al desfiladero del torrente Marmore.

Inaugurado en 2007 gracias al Consorcio Apícola del Valle de Aosta y con la colaboración de los apicultores locales, el museo expone una rica colección de herramientas históricas relacionadas con la apicultura, entre ellas una colmena de 1902 y una máquina para la producción de cuadros de cera de 1929, la primera que llegó en el Valle de Aosta.
Un recorrido interesante que narra la evolución de la apicultura valdostana, desde el pasado hasta las técnicas modernas.