Pared artificial de escalada de Leverogne
Localidad: Arvier
Desde siempre, las paredes de Leverogne han atraído a los escaladores por su comodidad, la particular roca y la posibilidad de entrenarse en pocas horas; la roca impone un estilo particular: oposición y equilibrio combinados con fuerza y dinamismo son los ingredientes necesarios para escalar por estas paredes.
Información técnica
Cómo llegar
Peaje de la autopista de Aosta oeste, poner rumbo a Courmayeur y, tras dejar atrás la población de Arvier a la izquierda, girar en la pedanía de Leverogne, a cuya derecha se encuentran las paredes.
Descripción del recorrido
La pared resulta bien visible desde la carretera y está formada por paredes breves de roca compacta trabajadas por la acción de los arroyos en los milenios en los que el Dora Baltea y otros ríos confluían en una especie de garganta, excavando las características marmitas que todavía se pueden ver en la base de algunas vías. Las particulares geometrías redondeadas de la roca, con algunas grietas y agujeros, han hecho que los escaladores hayan enclavado varias veces los diversos sectores; fue uno de los primeros salientes en los que los escaladores pudieron poner a prueba su fuerza.
La actividad requiere experiencia técnica y es aconsejable ir acompañado por un guía alpino.
Descenso: Los puntos de encuentro presentan cadenas y mosquetones o bien anillos. La bajada se realiza en moulinette con una cuerda de 60 m y con cuerda doble en las vías de varias longitudes.
Dificultad mínima, máxima y media de las vías de 5b a 8b, 6c como media.
Número total de vías: 71 divididas en varios sectores.
La longitud media es de 15 metros, mínimo de 8 metros y máximo de 22 metros.