Habiendo caído en desuso a principios del siglo XX, el traje femenino de Gaby volvió a estar de moda con fines folclóricos después de la última guerra mundial.
El vestido está confeccionado en tela negra y se compone de una cintura ajustada, una falda hasta los tobillos y un corpiño de manga larga cosidos.
Sobre el vestido, el delantal ilumina el tono oscuro del vestido con su seda brocada o iridiscente; está cosido en pliegues estrechos, unidos por una cinta de terciopelo que actúa como cinturón.
Para enriquecer el traje, también el chal, de forma cuadrada con largos flecos, en seda variada y coordinado con el delantal.
El elemento más original del traje es sin duda el tocado formado por una aureola de encaje y un fondo de tul blanco enmarcado por una composición de flores y frutos, además de una cinta de seda tornasolada que cae sobre la espalda.
Es costumbre decorar el traje con algunas joyas: una cruz y un pequeño corazón de oro suspendido de una cinta de terciopelo negro, collares de pedrería y alfileres de oro que se utilizan para sujetar la pechera del delantal al corpiño.